El
otro día nos despertábamos con la que puede ser la antepenúltima
serpiente informativa del verano, pues hasta que llegue el otoño
estacional, quedan tres semanas y el climatológico, nunca se sabe,
por estas tierras, el Sr. Juncker se tiraba a la piscina y proponía
a los gobiernos que anulasen el cambio de hora.
Algo
que muchos ya sugeríamos hace un lustro (29-03-2013 La danza de las
horas). Lo sorprendente es que se apoya en un estudio en el
posteriormente hemos sabido su famélica participación. No llegaba
al 10 % en la Unión Europea, y en nuestra piel de toro ni al 1%. No
sabemos si fruto del desinterés de la población o de lo poco que se
publicitó dicha encuesta. Al margen de estar de acuerdo con la
medida, que ya era hora, lo preocupante son las formas. Y parece que
este virus es contagioso entre nuestros dirigentes, a este lado del
Pirineo, como seguimos siendo más papistas que el Papa, nuestro
docto (alguno ya se estará preguntando cómo lo obtuvo) Sánchez
tira de decretazos y de BOE, para luego ver como se desarticula lo ya
articulado. La que ha liado con la aprobación del sindicato de
prostitutas.
Pero
volviendo al tema del cambio de hora. Sí, a un horario estable
anual. Pero que no nos confundan con el debate del huso horario. En
países de gran extensión entre el Este y el Oeste, es habitual y
normal tener varios husos horarios. Ejemplo Rusia, Estados Unidos. Y
lo lógico es que con el tamaño que tiene nuestra Unión Europea,
hubiera varios husos horarios, sin ningún problema. El tema es cual
adaptamos, parece que lo lógico es seguir con el que estamos. Así
no hay que realizar ningún cambio, ni adaptación. Pero lo natural
sería adaptarnos al horario solar, para mantener los ritmos
circadianos que todo ser vivo tiene. Y que si lo pensamos bien es los
que empleaban en la antigua Grecia y Roma y que de alguna manera
sistematizó San Benito, en la norma monástica.
Pero
como nuestra especie es la primera que lejos de adaptarse al medio lo
que ha logrado es que el medio se adopte a nosotros. Ahora va a
adaptar el tiempo a su conveniencia, pues si lo pensamos bien cuando
en nuestro reloj marcan las 08:00 de la mañana son las 06:00 hora
solar. Ya lo decía la jota “El que se levanta para las 6…”. Y
en vez de adaptar nuestras costumbres a las horas solares lo que
hemos hecho es adaptar nuestros horarios. Un viaje para el cual no
hacían falta alforjas, pero parece que psicológicamente es peor
levantarse a las 6 que a las 8 aunque astronómicamente sean lo
mismo.
Y
de esta manera, con este debate insulso, se nos escatima el verdadero
debate de los horarios. Por un lado, los horarios laborales y sus
abusos. Para empezar con las horas extras, muchas son realizadas sin
abonar y las que lo son, no están bien controladas por la
administración para no exceder las 80 anuales por trabajador. Por no
hablar de las supuestas jornadas continuas que en realidad son
continuadas y sin fin.
La
tecnología ha venido a ayudarnos, pero en muchos casos parece lo
contrario, con ella, la desconexión laboral entre jornadas es para
muchas personas una realidad inalcanzable. Los cachivaches
electrónicos (móviles y portátiles) hacen que uno está localizado
y trabajando las 24 horas del día, incluso en vacaciones y en la
mayoría de los casos sin ver reflejado en su nómina la
disponibilidad total. Este es un hecho que en las negociaciones
colectivas se deja aparcado por completo.
Tampoco
debemos ignorar las programaciones de los canales de televisión, en
donde cada vez el programa estrella comienza más tarde incluso en
los canales públicos, y además acaba todavía más tarde, debido a
la publicidad en el resto. Así una película de una hora y medía
dura dos o más. Otro debate es el de la duración de los capítulos
de las series, las de producción natural duran entre 70 y 80
minutos, frente a las series extranjeras de 45 a 55 y raramente a 60
minutos. Y no pienso que sea un problema de nuestros guionistas. Pero
parece que hay un interés en que los españolitos no descansen lo
que deberían y así no saquen tiempo para pensar.
Para
terminar, mencionar la requetemanida conciliación familiar, aunque
algunos en este inicio de curso nos conformaríamos con una mínima
armonización de los horarios de y con nuestros vástagos. Hay
cuadrantes familiares dignos del furriel de toda la VI flota.
Por
tanto, que no nos engañen, el verdadero debate está en los abusos
en los horarios laborales, en los desfases en los horarios escolares
y en los desbarajustes con los de ocio y recreo, pero de todos estos
no quieren hablar nuestros dirigentes ni políticos, ni económicos,
ni sindicales.
Nota: Publicado el 07/09/2018 en Navarra Información y el 04/10/2018 en Diario de Navarra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario