viernes, 7 de septiembre de 2018

Husos y abusos horarios


El otro día nos despertábamos con la que puede ser la antepenúltima serpiente informativa del verano, pues hasta que llegue el otoño estacional, quedan tres semanas y el climatológico, nunca se sabe, por estas tierras, el Sr. Juncker se tiraba a la piscina y proponía a los gobiernos que anulasen el cambio de hora.

Algo que muchos ya sugeríamos hace un lustro (29-03-2013 La danza de las horas). Lo sorprendente es que se apoya en un estudio en el posteriormente hemos sabido su famélica participación. No llegaba al 10 % en la Unión Europea, y en nuestra piel de toro ni al 1%. No sabemos si fruto del desinterés de la población o de lo poco que se publicitó dicha encuesta. Al margen de estar de acuerdo con la medida, que ya era hora, lo preocupante son las formas. Y parece que este virus es contagioso entre nuestros dirigentes, a este lado del Pirineo, como seguimos siendo más papistas que el Papa, nuestro docto (alguno ya se estará preguntando cómo lo obtuvo) Sánchez tira de decretazos y de BOE, para luego ver como se desarticula lo ya articulado. La que ha liado con la aprobación del sindicato de prostitutas.

Pero volviendo al tema del cambio de hora. Sí, a un horario estable anual. Pero que no nos confundan con el debate del huso horario. En países de gran extensión entre el Este y el Oeste, es habitual y normal tener varios husos horarios. Ejemplo Rusia, Estados Unidos. Y lo lógico es que con el tamaño que tiene nuestra Unión Europea, hubiera varios husos horarios, sin ningún problema. El tema es cual adaptamos, parece que lo lógico es seguir con el que estamos. Así no hay que realizar ningún cambio, ni adaptación. Pero lo natural sería adaptarnos al horario solar, para mantener los ritmos circadianos que todo ser vivo tiene. Y que si lo pensamos bien es los que empleaban en la antigua Grecia y Roma y que de alguna manera sistematizó San Benito, en la norma monástica.

Pero como nuestra especie es la primera que lejos de adaptarse al medio lo que ha logrado es que el medio se adopte a nosotros. Ahora va a adaptar el tiempo a su conveniencia, pues si lo pensamos bien cuando en nuestro reloj marcan las 08:00 de la mañana son las 06:00 hora solar. Ya lo decía la jota “El que se levanta para las 6…”. Y en vez de adaptar nuestras costumbres a las horas solares lo que hemos hecho es adaptar nuestros horarios. Un viaje para el cual no hacían falta alforjas, pero parece que psicológicamente es peor levantarse a las 6 que a las 8 aunque astronómicamente sean lo mismo.

Y de esta manera, con este debate insulso, se nos escatima el verdadero debate de los horarios. Por un lado, los horarios laborales y sus abusos. Para empezar con las horas extras, muchas son realizadas sin abonar y las que lo son, no están bien controladas por la administración para no exceder las 80 anuales por trabajador. Por no hablar de las supuestas jornadas continuas que en realidad son continuadas y sin fin.

La tecnología ha venido a ayudarnos, pero en muchos casos parece lo contrario, con ella, la desconexión laboral entre jornadas es para muchas personas una realidad inalcanzable. Los cachivaches electrónicos (móviles y portátiles) hacen que uno está localizado y trabajando las 24 horas del día, incluso en vacaciones y en la mayoría de los casos sin ver reflejado en su nómina la disponibilidad total. Este es un hecho que en las negociaciones colectivas se deja aparcado por completo.

Tampoco debemos ignorar las programaciones de los canales de televisión, en donde cada vez el programa estrella comienza más tarde incluso en los canales públicos, y además acaba todavía más tarde, debido a la publicidad en el resto. Así una película de una hora y medía dura dos o más. Otro debate es el de la duración de los capítulos de las series, las de producción natural duran entre 70 y 80 minutos, frente a las series extranjeras de 45 a 55 y raramente a 60 minutos. Y no pienso que sea un problema de nuestros guionistas. Pero parece que hay un interés en que los españolitos no descansen lo que deberían y así no saquen tiempo para pensar.

Para terminar, mencionar la requetemanida conciliación familiar, aunque algunos en este inicio de curso nos conformaríamos con una mínima armonización de los horarios de y con nuestros vástagos. Hay cuadrantes familiares dignos del furriel de toda la VI flota.

Por tanto, que no nos engañen, el verdadero debate está en los abusos en los horarios laborales, en los desfases en los horarios escolares y en los desbarajustes con los de ocio y recreo, pero de todos estos no quieren hablar nuestros dirigentes ni políticos, ni económicos, ni sindicales.

Nota: Publicado el 07/09/2018 en Navarra Información y el 04/10/2018 en Diario de Navarra.

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