Como muchos de
ustedes, sigo con atención la actualidad local, autonómica, nacional, europea y
mundial. Para ello, sigo la radio, la televisión y la prensa, leyendo con
fruición hasta los comentarios de otros lectores realizan sobre las mismas. Creo
que ya lo he dicho en estas páginas, sería muy interesante que los sociólogos y
comunicólogos efectuaran estudios al respecto (noticias más comentadas,
participación de los lectores, admisión de comentarios diferentes respecto a la
línea de la editorial del medio, etc.). No sé si coinciden conmigo pero
últimamente vengo detectando que los niveles de crispación de nuestra sociedad
están alcanzando cotas elevadísimas, que dejan a esos bellos e impresionantes
puertos de los Pirineos y los interminables de los Alpes de fuera de categoría
del Tour en miserables tachuelas. No creo que se deba a la canícula que ha
provocado que este Julio este superando en 4º C todos los históricos de
temperatura media del mes sin haberlo concluido.
Más bien se debe por
un lado a los medios que en su lucha por la audiencia y también por su
subsistencia titularizan agresivamente las noticias para atraer la atención de
la ciudadanía y a su vez mantener contentos a los consejos de administración y
accionistas que los apoyan; pero sobre todo, a que una vez más, quienes deben
aportar soluciones a los problemas se empeñan en ser los causantes y
catalizadores de los mismos. Me refiero a los políticos o como se dice ahora la
clase política.
Los “entrantes”
porque en sus ganas de demostrar que el cambio ya está aquí, se olvidan del
elemental consejo que mi progenitor me dio cuando empecé a trabajar y es que
antes de cambiar nada primero observará, luego preguntará y al final cambiará
lo que era susceptible de mejora. Pues a veces una silla está en medio de una
habitación para evitar que alguien se caiga por el agujero que se encuentra en
el sitio en el que se encuentra. Y lo que hay que hacer es arreglar/reparar el
agujero y no quitar la silla. También porque su memoria es corta y selectiva y
se olvidan de que quien siembra tormentas recoge tempestades. Y claro si no
dieron respiro y no respetaron plazos ahora les devuelven la moneda. No es que
este muy de acuerdo con esa forma de pago pues nunca me ha parecido bien eso
del ojo por ojo, y al final todos ciegos.
Los “salientes”
porque además de la ya mencionada actitud rencorosa, les falta un buen pellizco
de autocrítica, porque la situación en la que se encuentran ahora, no es tanto
por acierto de los otros sino más bien por sus numerosos deméritos.
Si nos ceñimos a la
nueva nomenclatura los de la “casta” porque se durmieron en los laureles
pensando que el todo el campo era orégano. Y que con su particular visión del
bipartidismo ya estaba todo resuelto. Además de pervertirse y corromperse en
tramas dignas de la “cosa nostra” y consiguiendo que el malvado Tony Soprano
nos resulte hasta simpático y sea merecedor de nuestra lastima y lo convirtamos
en héroe.
Por no hablar de los
“nuevos ricos” (me refiero a Podemos y sus múltiples siglas y a Ciudadanos),
pues así es como se están comportando estas “nuevas formaciones” en las que
tantas esperanzas se habían y se siguen poniendo.
Sí, nuevos ricos, nada
más han comenzado a brillar y ya han concertado matrimonios de conveniencia para
conseguir ser admitidos en sociedad y poder lucir un título junto a sus bienes y,
lo que es peor aún, están adquiriendo las viejas poses que ellos criticaban y
las viejas maneras que muchos queríamos cambiar y que sin embargo nos hacen
recordar aquella fabulosa escena de ¡Viva Zapata! (Elia Kazan 1952) en la que
Marlon Brando se da cuenta que está actuando igual que contra lo que él se
había revelado. Les recomiendo que la vean.
Si el verano continua
así, será mejor que nos relajemos en la playa o el monte y los que no puedan en
la piscina, el río o yendo un día al spa. Me da que el otoño se antoja pero que
muy caliente con el inicio de un duro curso que va necesitar de todas nuestras
fuerzas para poder sacarlo adelante y con nota; pues este año puede ser el de
cambio de ciclo económico, si lo aprobamos.
Les insto a todos a
practicar relajación para bajar la crispación. Les y nos vendrá bien a todos. Y
para el calor, ya saben, tirar de recetas tradicionales sorbetes, granizados,
helados, horchatas, un buen abanico, un panamá y buscar la sombra para leer y
sestear. ¡Qué lo disfruten!