martes, 30 de junio de 2020

La última cuajada

Aunque la multinacional de productos lácteos, hacia casi siete meses que había anunciado el cierre de su planta, el acto final fue un 30 de junio, de hace 25 años.

 

Alrededor de las 16:30 se produjo el ultimo pote, en la máquina D, de producto lácteo de Danone en su fábrica de Iraizotz en el precioso valle de la Ultzama, y como no podía ser menos tenía que ser una cuajada, su producto emblemático. Y que tantos quebrados de cabeza había dado primero para desarrollar un producto, aunque realizado con leche de vaca fuera lo más parecido a la cuajada tradicional y artesanal de leche de oveja. Segundo porque marketing y diseño no se llevan bien con la ingeniería, se quería un vaso de plástico que fuera especial como lo es el kaiku donde se elaboraba el postre tradicionalmente en los caseríos. Para ello se fabricaron y patentaron 4 máquinas de molde abatible tronco-cónico. Las cuales daban numerosos problemas. Tras el cierre definitivo el pote ha sufrido una evolución, reduciendo su tamaño de 165 gramos a 125 y aunque pretende mantener su forma, ahora es más cilíndrica.

 

El cierre de Danone de su planta en Navarra fue una operación perfectamente estudiada. Tanto es así que ha sido objeto de caso de estudio para los másteres de gestión de empresa en la formación de nuevos directivos, tanto de recursos humanos, como de directores generales, pues es un ejemplo de cómo ejecutar una deslocalización. Palabra que desde entonces es de uso demasiado habitual en las noticias económico-financiera-laborales.

 

La economía productiva ha dado paso a la especulativa y así vemos como bastantes empresas de origen familiar al participar en bolsa son contraladas por fondos de capital y riesgo, de manera que los centros de decisión se alejan, y las decisiones se toman sobre fotos de balances y no como el origen de esta planta que fue fruto de un flechazo por el paisaje del entonces director general de la empresa en un viaje de vacaciones en el segundo lustro de los años 60.

 

Se da también la paradoja de que la búsqueda de un mayor beneficio de los pocos ahorros de los trabajadores que se ponen en planes de pensiones o en fondos de inversión buscando mayor rentabilidad son los que al final pueden provocar su despido.

 

Hay que resaltar la profesionalidad de los trabajadores desde que se comunicó el cierre (22/11/194) hasta el cese total de actividad (30-06-1995) pese a la tensión y la incertidumbre sobre su futuro laboral, con carta personalizada y certificada con nocturnidad, que envió el director de recursos humanos (Martínez Rius), dando un ultimátum para la asamblea que se iba a celebrar al día siguiente.

 

Tampoco hay olvidar que los políticos en estas ocasiones se ponen de perfil, reciben a los representantes de los trabajadores para salir en la prensa pero poco más hacen. Su actuación debiera ser a priori. Últimamente se ha hablado mucho del sector agro-alimentario, de su importancia estratégica, pero las decisiones se toman en Estrasburgo, en donde los grandes grupos de presión manejan sus hilos e imponen su criterio.

 

En cuanto a la cadena de valor, industrialización y comercialización, se es dependiente de la gran distribución. Hablamos del producto de cercanía y de temporada pero la ley del precio se impone y al consumidor hay que educarlo, muchos ya no saben cuándo un producto es de temporada. Y las leyes no se terminan de cumplir en los puntos de venta, indicando origen del producto y modo de producción.

 

Volviendo al inicio de estas líneas, sería un buen ejercicio sociológico y periodístico conocer el recorrido vital de los primeros deslocalizados. A la vez que recordar que el sector de producción de leche ha sido el gran olvidado de la Administración, con una baja rentabilidad por litro de leche, en donde el volumen de venta es fundamental, siendo un producto que se usa como reclamo por las grandes superficies, la fidelización a una marca es muy complicada.

 

Sin embargo, de la decisión de compra del consumidor depende que un sector vertebre el territorio, con pueblos habitados que aporten sostenimiento a su pequeña comunidad y riqueza a la sociedad en general.

 

La alternativa es la concentración de la población en ciudades cada vez más pobladas, difíciles de gestionar con grandes problemas de movilidad y contaminación. Y a su vez áreas del territorio más amplias y deshabitadas.

Nota: Publicado el 30-06-2020 en navarrainformación.es y en Diario de Noticias.(CD)



domingo, 28 de junio de 2020

Cómo hemos cambiado…

La inconfundible voz de Sole Giménez, vocalista de Presuntos Implicados, resuena en mi mente: ¡Ah cómo hemos cambiado!
Reflexiono cómo hemos cambiado de aquellos 28J, día del orgullo gay, de finales de los 70 y primeros de los 80. En donde mencionarlo era una nota de provocación y una jornada de reivindicación de igualdad de las personas; al año pasado en donde, durante no sólo un día sino una semana entera, Madrid fue la capital del mundo de las celebraciones del colectivo LGTBIQ+ (siglas que representan a colectivos de Lesbianas, Gays, la T que engloba a transexual, persona que nace como hombre pero se siente mujer o viceversa y quiere cambiar, transgénero término más amplio que no se identifica con su sexo biológico pero puede también aceptarlo y travestis llevan la ropa asociada socialmente al otro género, Bisexuales, Intersexuales aquellos que presentan caracteres sexuales masculinos y femeninos y no renuncian a ninguno, Queers creen que la concepción del sexo es social y parte del colectivo LGTB prefiere no incluirlos, y + que representa a cualquier otra minoría, que no se sienta suficientemente representado con las siglas, como los asexuales) y que, para desgracia de la causa, se convirtió en una macroorgía de chabacanería y ”chonismo” poligonero, en una muestra de exhibicionismo hortera y en una sucesión continua de fiestas en donde yo te doy cremita, tú me das cremita. En las antípodas de la perspicacia irónica de Oscar Wilde, del elegante amaneramiento de Antonio Gala, de la gallardía de Jaime Cantizano y de la resiliencia de Bibiana Fernández.
Como hemos cambiado de la megamanifestación del 8M, en donde según la Vicepresidenta Carmen Calvo, nos iba a la vida, al desangelado e intimista 28J de este año en donde nos va la vida ante otro maldito virus.
Como hemos cambiado la bandera arco iris y el signo + pretenden englobar cualquier opción y buscar la normalización de todos, ahora el Ministerio de Igualdad lo llama autodeterminación de género. Pero si una persona, especialmente si es hombre (cromosoma XY) se declara públicamente heterosexual, se está colgando una diana para ser insultado primero como facha y luego como cisexual, este último en tono de pervertido y degenerado. En términos estadísticos la normalidad sexual es ser precisamente cisgenero. Esto no quita para que todas las personas sean tratadas por igual con mucho respeto y cariño independientemente de sus gustos y preferencias a la hora de con quien usar la cama para no dormir.
La normalidad no hay que forzarla con programas educativos en donde algunas o bastantes de sus actividades, están a la interpretación del profesorado, y son meras e insanas maneras de inculcación de un pretendido nuevo espíritu liberador cuando en realidad son un nuevo engranaje más de alienación y atontamiento social.
Pero como hemos cambiado a finales del siglo XIX la religión era el opio del pueblo y hoy iniciando la loca década de los 20 en el tecnológico siglo XXI resulta que el verdadero opio del pueblo es el sexo, actual arma de los siempre poderosos para alienar a las clases medias, o lo poco que queda ya de ellas, a la creciente clase obrera del precariado y a la bisoña y surgente clase chantajeada, amancebada y domesticada con la renta básica, que lamentablemente necesita de esta ayuda porque el reparto de trabajo no existe.
Sin embargo, como hemos cambiado, todos quien más quien menos, en nuestro amplio entorno social conocemos personas que profesan distintas preferencias o identidades sexuales. Como observador social he podido comprobar que los infantes son los que mejor se adaptan y con más naturalidad aceptan las nuevas situaciones ya sea asistiendo a bodas de homosexuales o lesbianas, ya sea cuando alguna persona de su círculo relacional se descubre como trans.
A pesar de los esfuerzos en programas educativos y campañas de sensibilización, es alarmante el alto índice de maltrato en las parejas, incluidas las de nuevas identidades, y el incremento de actitudes y agresiones homo y transfóbicas, especialmente protagonizadas por jóvenes.
Siguen las conductas “supremacistas”, llamadas machistas algunas micro y otras macro, que nunca cambian, pero que se maquillan de progresismo de pasillo del Congreso, moqueta de palacio presidencial y pancarta de reivindicación callejera. En donde la pareja es enchufada en puestos de visibilidad y gran salario por el miembro alfa, que presume de igualdad, o es intercambiada como un cromo y relegada cuando deja de ser compañía sexo-sentimental. Muestrario deformado de una cuota de igualdad que, en vez de buscar la excelencia y la valía personal e individual, promociona y encumbra a la mediocridad de ambos genotipos XX y XY independientemente de la respectiva ”autodeterminación sexual”.
Ah! Cómo hemos cambiado…..
Nota: Publicado el 28-06-2020 en navarainformación.es

jueves, 25 de junio de 2020

¿Leones, corderos? Gallinas!


Los asesinatos de George Floyd y Rayshard Brooks son una muestra del exceso de celo policial aliñado de racismo que con demasiada frecuencia se da al otro lado del charco, lamentablemente a este lado tampoco nos libramos de esa lacra y ya son bastantes los casos que salpican e implican a la policía autonómica de Cataluña, Mossos d'Esquadra. Esto es lo que debiera preocupar y ocupar al “president” Torra.
Estos sucesos han provocado distintas reacciones, numerosas manifestaciones pacíficas y artículos señalando con datos estadísticos la discriminación racial y social, a las que han seguido actos vandálicos y de saqueo que no ayudan a la causa sino todo lo contrario y vienen a demostrar que, así como hay una internet oscura también en nuestra sociedad hay una corriente subterránea que se debiera encauzar lo antes posible antes de que pase a mayores y así como hemos vivido en vivo y en directo Contagio(2011), no nos toque también sobrevivir a una versión real de Mad Max(1979).
El deterioro progresivo de la clase media que ha sido sostén del mal llamado estado de bienestar no ayuda, y tampoco el “fuera de servicio” del ascensor social que era el acceso a la cultura y la educación que no termina de repararse por la falta de entendimiento y obcecación de nuestros políticos.
Sin embargo, quiero poner el foco en la aparente e inocente corriente revisionista que poco a poco se va instalando, siguiendo el ejemplo que se le atribuye a Mussolini, de ir pelando la gallina despacio pluma a pluma y cuando nos queramos dar cuenta la gallina está totalmente desplumada y no habremos notado el cambio.
Y que, maridada con la anécdota de la gallina de Stalin, la cual tras ser desplumada brutalmente le seguía cuando le echaba unos granos de trigo. Gráfico ejemplo para explicar a sus asistentes que “¡así se gobierna a los estúpidos! La mayoría de los pueblos, persiguen a sus gobernantes y políticos a pesar del dolor que les causan, por el simple hecho de recibir un regalo barato o algo de comida por uno o dos días”.
Este revisionismo histórico pseudocientífico consiste en reinterpretar hechos históricos con los ojos de nuestra actual sociedad. Así tenemos que algunos pazguatos directivos de una conocida cadena de contenido audiovisual multimedia han censurado Lo que el viento se llevó(1939), por racismo paternalista. También no hace poco en otra conocida red social se prohibieron cuadros de desnudos de Picasso, Velázquez, Goya, …. Y la actual ola de ataques a estatuas de personajes históricos. Como sociedad tenemos la asignatura pendiente de ser consecuentes y aprender de los hechos pretéritos. Censurar el pasado no borrará, ni cambiará lo sucedido.
Poco a poco nos ponen unas gafas que distorsionan nuestra visión y a las cuales les van añadiendo paulatinamente graduaciones de manera que nos pasará como en el ejemplo de Mussolini. Que dentro de un tiempo no podremos ver sin ayuda de esas lentes. La vista es vaga y pronto se acomoda a no realizar esfuerzos.
Pero a la vez nos regalan las migajas de la gallina de Stalin para tenernos controlados. Esos placebos son acceso, con un sencillo clic, a portales gratuitos de pornografía. Esto si está permitido, pero una obra de arte como el David o la Venus de Milo es incitar a la lujuria. El mal no es lo que se muestra sino como se mira.
Otra migaja son los bodrios de películas cuyo guion es prácticamente inexistente pero que concatenan sucesivas escenas de violencia explicita y sin sentido. Con lo que la violencia gratuita parece normal.
Con esta ola de revisionismo surgen los comisarios políticos, nuevos censores que se erigen en que cosas se pueden hacer o ver y cuales no. Nos indican con papel timbrado ministerialmente que las niñas no pueden ser princesas, ni los niños piratas. Sin embargo, es loable y necesario para su educación, hablarles de opciones de identidad sexual cuando ni siquiera saben lo que es el sexo.
El Ministerio de Igualdad ha empezado su particular caza de brujas y envía cartas apelando a la responsabilidad corporativa a algunas empresas para que, en el diseño de sus productos, y especialmente los que van dirigidos al público infantil sean más igualitarios lejos de roles estereotipados. Y resulta que en cada nuevo estreno televisivo aparecen personas de distintas razas, opciones religiosas y preferencias sexuales, las cuales encorsetan en manidos típicos y tópicos clichés.
En breve los escritorios de estos comisarios se llenarán de las denuncias de amigos y familiares siguiendo los pasos de la revolución cultural del pequeño timonel o el estilo de la nauseabunda Gestapo. Tras las cuales se construirán centros de reeducación similares a los vistos en Alguien voló sobre el nido del cuco(1975), La naranja mecánica(1971) y Los campos de la muerte(1985).
Nota: Publicado en El Blog de El Español el 25-06-2020 (con su primer titulo Lo que el vientos se llevo) y en navarrainformación.es (con su segundo titulo) y el 10-07-2020 en Diario de Navarra con el título de "Revionismo histórico pseudocientífico".

martes, 9 de junio de 2020

Mejor en clave de Sí


En esta tierra de conejos, como nos denominarón los fenicios "i-shepham-im", que se podría traducir como 'costa de conejillos”. Spn en hebreo se lee Saphan y significa conejo, parece que nos gustan las composiciones en clave de Re. En música, la tonalidad confiere el carácter de la composición.
Nuestros historiadores a gran parte de nuestra edad media la llaman Reconquista. Luego vino el descubrimiento de América que en realidad debiera llamarse redescubrimiento, ya que el descubrimiento originario lo realizaron tribus de nómadas cazadores que empujados por el hambre y el frío perseguían a las mandas de caribús y saltaron del Norte de Asia a Alaska por el estrecho de Bering. Aunque nuevas hipótesis en cuanto a la viabilidad del corredor y su relación con las fechas de restos humanos en el continente elaboraran la teoría de una entrada por el Pacífico en una especie de viaje de Kon-Tiki inverso.
Luego vino la reforma y sus guerras de religión donde nos declaramos más papistas que el Papá. Posteriormente llegaron las revoluciones ilustradas, que aquí por aquello de ser diferentes fueron iletradas, y así nos adentramos en el apasionante siglo XIX con sus revueltas con múltiples pronunciamientos, primera república y restauración.
Ya en el siglo XX, surge el partido reformista y luego la II república y tras 40 años de dictadura del gimen, vino la regeneración democrática gracias al consenso, luego nos llegó la crisis de la reconversión industrial.
Y tras otros 40 años algunos neorevolucionarios de sillón ministerial empeñados en seguir la copla en clave de re, a este periodo, el más largo de democracia, con sus imperfecciones, pero también con su estado del bienestar, lo quieren llamar gimen de la transición.
Ahora con un quinto del siglo XXI en el macuto y dos crisis a cuestas seguimos con la interminable reforma educativa y la olvidada reforma agraria, reinventándonos, refinanciándonos por enésima vez y replanteándonos el futuro personal y comunitario, laboral y sanitario, en una repetida y resonante letanía.
Nuestros políticos hablan de reeditar los pactos de la Transición, lo llaman reconstrucción, renovándonos como sociedad.
Sin embargo, lo que vemos los resabiados ciudadanos, mientras temerosos esperamos un repunte o rebrote pandémico, es una revuelta de tuerca y más que reconstrucción nacional, influidos por los televisivos “realities” culinarios, lo que va a venir es la deconstrucción nacional.
En un retorno a nuestra recalcitrante manera de ser, nuestros políticos, de todos los signos, erre que erre se lanzan repetidamente al insulto, al filibusterismo parlamentario y al algebra (palabra de origen árabe que significa reintegración, recomposición) en las votaciones de congreso, senado, parlamentos autonómicos y plenos de ayuntamientos.
Es imposible llegar a algún tipo de acuerdo tan siquiera mínimo, si lo primero que se hace es no reconocer los propios errores, presuponernos mejor que el otro y retroalimentar la caverna mediática. No vale criticar al otro y repetir sus conductas y maneras, nombrando a los amiguetes, reabriendo las puertas giratorias, menoscabando la ya precaria independencia de poderes
En nuestra comunidad y para no desentonar con la melodía del re, tenemos plan y se llama Reactivar Navarra, pero lo que no está todavía nada claro es de que fondos va a disponer y es que el papel lo aguanta todo hasta el anacronópete ó máquina del tiempo (un inciso ana, significa hacia atrás; crono, tiempo, y petes, el que vuela; una vez más un español el dramaturgo Enrique Gaspar se adelantó en casi 10 año y le ganó la partida a H. G. Wells con la idea de viajar en el tiempo, nuestro ministro de cultura debiera revindicar a Enrique Gaspar como uno de los padres de la ciencia ficción, en vez de citar a Orson Welles fuera de tiesto).
Influido por esta escala de re, me animo a reclamar a nuestros políticos que “se quiten las gafas ideológicas y dejen la mochila de manías” (@MAMelladoF) abran un resquicio para un debate no ya sereno sino al menos razonable, pónganse las pilas ya y estén a la altura de una vez o por lo menos una vez. Esta vez. La disyuntiva es reconstrucción o deconstrucción nacional.
Aprendan a leer la realidad cotidiana del ciudadano medio que no será por falta de buenos ejemplos a imitar. Claro que la bondad no resuena y rara vez ocupa titulares mientras que las malas noticias venden y se retuitean.
Debiéramos abandonar la clave de re y probar a sonar en clave de Sí, sí a saber estar, sí a la educación, sí a escuchar al otro, sí a respetar las ideas del otro, sí al diálogo sosegado, sí al encuentro, sí al consenso, sí al acuerdo, sí ….

Nota: Publicado en navarrainformación.es el 15-06-2020 y en Diario de Navarra el 24-06-2020.