jueves, 29 de septiembre de 2016

Quousque tandem abutere…



Atendiendo a lo que muchos de nuestro vecinos dicen uno saca la conclusión de que todos suscribirían estas palabras de Cicerón ¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?¿Hasta cuándo esta locura tuya seguirá riéndose de nosotros? ¿Cuándo acabará esta desenfrenada audacia tuya?” que son el inicio de los discursos llamados Catilinarias.

En mala hora pregunté a los estudiantes de ESO si conocían a Cicerón, que es más famoso que Catilina, pero corroboré que la rebaja de las horas de Historia, compartida con Geografía y además teniendo que dedicar una parte a estudiar la historia local no dan para mucho. Si a esto unimos que algunos profesionales de la educación y la historia están más interesados en adoctrinar a sus pupilos y enfrentar a sus conciudadanos, que en darles a los primeros las herramientas para que estos aprendan y profundicen en la historia sin politizaciones y que los segundos superen viejas rencillas, sin menospreciar unos símbolos para imponer otros. Pero volviendo al tema.

Los españoles según nuestras preferencias sustituiríamos a Catilina (incansable conspirador contra la república de la antigua Roma) por cualquiera de los líderes de las cuatro importantes formaciones políticas. A Mariano porque estamos hartos de su actitud de aprendiz chino de esperar que el cadáver de su rival pase ante él, por no nombrar su falta de determinación para acabar con la corrupción dentro del PP. A Pedro porque lo que está ocurriendo en el PSOE supera con creces a cualquiera de los capítulos de la historia de Roma, las disputas de los triunviratos parecen un juego de niños a la encarnizada lucha por el poder en estas siglas que hacen bueno el refrán de las empresa familiares, “Padre (Pablo Iglesias Posse) arriero, hijo (Felipe González) caballero (para algunos), nieto pordiosero”, en este caso los nietos (Zapatero, Sánchez y cuadrilla) desfalcan y arruinan la empresa. A Pablo Iglesias Turrión (el politólogo) por su calculada estrategia que parece dar sus frutos en su intención de destruir al PSOE, en vez de convencer al respetable, pero sus maneras discursivas nos recuerdan a la de esos malos sacerdotes que cuando predican echan la bronca a quienes van a misa y lo que logran es espantar a las pocas ovejas que aún están convencidas, sin olvidar que en su casa en Navarra hay también un puñado de dimisiones. Y también a Albert porque en su intento de ser el nuevo Adolfo Suárez no ha encontrado el punto de apoyo que pedía Arquímedes y no ha movido el mundo, quizá porque su guardia pretoriana (a uno lo apodan el Lobo) lo aleja de la realidad o quizá porque se lo creyó antes de tiempo.

Para nuestro pesar el discurso de Cicerón es el que muchos nos hacemos ¿hasta cuándo dejaran de pensar en su asiento?, ¿hasta cuándo de mirar su ombligo o por su estómago?, ¿hasta cuándo dejaran de anteponer sus interés personales y partidistas por encima del de todos, incluidos los de aquellos que por edad o condición no tienen ni voz ni voto, pero si capacidad de sufrir?

Es que están tan ciegos o son tan incultos o tan analfabetos históricos que no saben que cuando un pueblo está enfadado y cabreado es capaz de lo peor.

Nos dicen que el pueblo es soberano y que las urnas han hablado pero ellos parecen tener sordera aguda crónica. No quieren entender que no queremos mayorías con sus rodillos, mas siguen empecinados en otras elecciones hasta que por aburrimiento alguno la obtenga a la enésima. Reinstaurando un nuevo “pipartidismo” eligiendo entre P(odemos) o PP. La p de problema son ellos.

Sin embargo está claro que lo que queremos es que se pongan de acuerdo, consensuen entre todos que se dejen de frentismos y de líneas rojas, no les enseñaron a usar la goma de borrar o a coger un papel nuevo si el otro estaba muy emborronado. No les enseñaron a ceder y ser adultos.

Por favor váyanse, váyanse todos, sr. Rajoy váyase y dedíquese a contar inmuebles hay demasiados vacíos, sr, Sánchez márchese a lo mejor tiene suerte y le guardan su puesto de becario, sr, Iglesias vuelva a la universidad y recuerde los experimentos con gaseosa, sr. Rivera lo intento y no le salió, déjelo y vuélvase a su despacho de la Caixa.

Los cuatro han perdido tiempo y dinero, pero no el suyo, el de 44 millones de españoles que nos preguntamos cada mañana: Quousque tandem abutere, patientia nostra?

sábado, 24 de septiembre de 2016

La paradoja de la administración



La reciente sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, polémicas al margen de cómo se debe aplicar, ha dejado en evidencia que nuestra justicia tiene dos marchas una muy lenta que se aplica la mayoría de las veces y otra extraordinariamente ultrarrápida y que actúa muy ocasionalmente como cuando por otra sentencia europea se puso en libertad instantánea a un número de elementos peligrosos por sus actividades terroristas o por delitos de violación múltiples, creando una gran alarma social y perdiendo la pista de algunos de estos.

Además para los que estamos educados en la ejemplaridad se pone una vez más de manifiesto que nuestra administración, para desgracia de los contribuyentes y ciudadanos, reiteradamente es la primera en incumplir las normas.

Ya sabíamos que en materia fiscal no trata por igual a un club de futbol, a una empresa grande, a alguien de fama o prestigio, que a un humilde contribuyente, una micropyme, a un autónomo.

Algunos ya conocíamos que en materia laboral deja mucho que desear, pues es la primera que incurre en atropellos. Contratos a los docentes de principio o mitad de curso hasta junio cuando el período lectivo de un curso va de septiembre de un año a agosto del siguiente, de esta manera se ahorraban los costes de vacaciones.

Ahora hay otra modalidad que se da en otros departamentos y es el contrato semanal pero de lunes a viernes para ahorrarse los costes del fin de semana, días improductivos. Luego nos quejamos de precariedad laboral y es nuestra administración la primera que la favorece.

Algunos recordamos, que fue un gobierno de Felipe González quien abrió la caja de Pandora al permitir las empresas de trabajo temporal. No sería de extrañar que dentro de poco las vacantes de la administración las gestione alguna empresa de este tipo, ya que en la práctica para los contratados es como si lo estuvieran haciendo, sino fuera porque este sistema es clientelar. Y los afectados saben que si denuncian la situación desaparecerán misteriosamente de las listas o su número de teléfono se trastocará y nunca más serán contactados. Se han dado algunos casos en los que a la parte contratante ante un error en el contrato se le ha invitado a romperlo para volver a realizarle uno nuevo ajustando los horarios o los días de manera que la beneficiada es la administración, ahorrándose descansos, vacaciones, o meteduras de pata del responsable de redactar el contrato, algo impensable en la empresa privada, donde las meteduras de pata se pagan personalmente, especialmente si son reiteradas. Algunas de estas circunstancias se dan a veces en connivencia con los sindicatos, que se lavan las manos alegando que la denuncia debe ser realizada por la persona afectada o defendiendo al funcionario que ha errado.

Muchas veces, la mayoría, estas actuaciones, lejos de beneficiar a la sociedad a la que debe servir la administración, van en detrimento de la calidad del servicio que debe prestar. Cómo es la de esperar quince días para cubrir las bajas en docencia, de manera que por un lado nos quejamos de la calidad del sistema educativo y por otro privamos a los alumnos de esas horas de clase; dándose casos tan kafkianos como que en un centro y una misma asignatura por diversas circunstancias ha habido tres sustitutos y los alumnos han perdido así un total de 45 días de clase en esa materia.

Estos hechos da igual quien sea el gestor político que esté detrás, pues unos por unas causas y los otros por las mismas u otras que se inventan, el número de no conformidades, reclamaciones o quejas sigue en aumento, ya sea por adjudicaciones irregulares o desconocimiento del reglamento, ya sea por perdida o retrasos inexplicables en la tramitación de expedientes, ya por trato diferencial entre sectores, ya por retrasos en las devoluciones de extras, o por aplicaciones de leyes que nunca se debieron aprobar porque se sabían injustas pero políticamente eran idóneas y rentables para perjudicar al que entonces estaba en el gobierno fuera quien fuese.

El caso es que los paganos siempre somos los mismos. Siendo paradójico que la herramienta con la que nos dotamos para vivir en sociedad, (al pasar del clan, a la tribu, después a las polis y ahora al estado,) que es la administración, en vez de defender y proteger al débil lo hace más vulnerable. Algo estamos haciendo mal y es claramente mejorable.

domingo, 18 de septiembre de 2016

Un nuevo curso



En esta tensa espera en la que nuestros políticos nos han instalado, y mientras los votantes nos preguntamos ¿Y ahora qué?, ellos juegan a ver quién es el agua y quién el aceite, con la intención de ver lo que sucede en las elecciones gallegas y vascas, a la vez que tratan de afianzar sus maltrechos liderazgos, ya sea por casos de corrupción de unos y otros (Barberá, Barcenas, Griñán yChaves), ya sea por anteponer sus intereses personales, el querer ser presidente, frente a los generales, en esto no se salva ninguno, tampoco Iglesias, y ni siquiera Rivera a pesar de sus vanos intentos de hacer faena por la diestra o al natural. Y así vemos con asombro como en un país que quiere ser laico, en vez de aconfesional, aumenta el número de conversos. ¡Cuánto S. Pablo se nos cae del caballo! y quienes reniegan de la Navidad ahora buscan requiebros leguleyos para adelantar o retrasar los terceros comicios en un año. Por suerte el FMI nos mira con buenos ojos y eleva las previsiones macroeconómicas para este ejercicio; algo querrán cuando hace un par de años nos señalaban como un desastre. Pero el “desgobierno” empieza a pasar factura en las escasas expectativas laborales.

Sin embargo el mundo sigue tirando “pa´alante”, ha comenzado el curso y el debate sobre las tareas escolares, se ha quedado acallado por los ajustes en el organigrama foral con su polémica en esa jaula de grillos que es la red social del trino o más bien del graznido, ironías aparte.

La resaca olímpica y la tabarra que nos dieron con las 28 medallas de Phelps, no tiene comparación con lo poco que se oye hablar de los “paraolímpicos” y de Teresa Perales con sus 26 medallas, claro que ella es mujer, va en silla de ruedas y para su desgracia aragonesa. Si fuera extranjera seguro que copaba más titulares, sería la protagonista de un par de series televisivas y de un al menos un “biopic”, vamos una biografía, con nominaciones aseguradas para la actriz que la interpretará.

El nuevo opio del pueblo, el futbol, ha vuelto, con sus dosis de liga, copa y competiciones europeas, ocultando el hedor que despiden las instituciones que las manejan. El candidato de Putin, hasta aquí teje sus hilos, ha ganado en la UEFA.

Mientras en Estados Unidos entramos en la recta final de sus elecciones. Al igual que aquí hay cuatro candidatos, aunque sólo hablamos de dos. Para empezar las elecciones tiene un día fijado y concreto y nunca se adelantan o se atrasan a conveniencia del que gobierna. Siempre son el martes después del primer lunes del mes de noviembre del año bisiesto. Allí los cuatro candidatos son sexagenarios el republicano Trump con 70, la demócrata Clinton con 68, la candidata del partido verde Stein con 66 y Johnson, del partido libertario con 63. Algo que aquí es impensable, a los mayores de cuarenta y todos ya nos los queremos ni en la Caixa, ni en el Corte Inglés, ni en VW que quiere rejuvenecer su plantilla de Landaben debido a los ritmos y cargas de trabajo. Eficiencia alemana lo llaman, aunque es navarra.

Las encuestas están muy ajustadas dado que Trump ha moderado su mensaje tras sus múltiples patinazos debido a su lenguaraz verborrea y ha admitido públicamente que Obama nació en Estados Unidos. A poco que siga el empate técnico le veremos con un Corán en la mano y bebiendo vodka, en vez de bourbon. Cualquier cosa por arañar un voto. ¿A quién me recuerda este hombre salvando las distancias y parecidos físicos? Y es que Trump tiene asegurado el voto del blanco anglosajón y protestante (57% frente al 33% de su contrincante), pero la que puede ser la primera mujer presidente de Estados Unidos se impone con fuerza entre los votos de mujeres, latinos y afroamericanos.

Tradicionalmente a los europeos nos gusta más el candidato demócrata, la excepción puede ser Jimmy “Cacahuete” Carter, que ni siquiera se ganó la reelección, pese a los acuerdos de Camp David. Aunque tengo la sensación que cuando han gobernado los republicanos nos ha ido mejor, simplemente porque no nos hemos engañado, ya que estos no se mueven un ápice de sus postulados y por tanto sabemos a qué atenernos. No es el caso de los demócratas que pensamos que van a hacer algo y luego barren para su casa. Y para muestra un botón, tras ocho años de Obama en el gobierno y un premio Nobel de la Paz, inmerecido, bajo el brazo, Guantánamo sigue estando abierto hasta el amanecer, las tropas norteamericanas no se han movido ni de Irak, ni de Afganistán y la situación de Siria está peor, que ya era difícil de imaginar, por no hablar de Libia, un quebradero de cabeza, un hervidero peor que cuando gobernaba Gadafi y a tiro de piedra de la vieja Europa.

Por la cuenta que nos trae a los habitantes de este pequeño planeta que se ha instalado en un largo y cálido verano será mejor que gane Hillary. Aunque en la campaña americana se ha introducido un nuevo factor y es el de la salud de los candidatos.

Otra cosa a copiar del otro lado del charco es el debate sobre la capacidad, y no desalud, de nuestros candidatos, ¿aprobaría alguno? Aunque me temo que instalados en la oclocracia, el gobierno de la masa, nada ya podemos hacer, pese a las advertencias de Aristóteles.

Nota: Publicado en el Diario de Navarra el 27-09-2016 con el título de "España y las elecciones americanas".

 

Cuanto tiermpo sin verte... Jjj.
JO 

martes, 6 de septiembre de 2016

Las preguntas del millón



Se le atribuye a Rudyard Kipling la frase de que seis hombres le habían ensañado todo lo que sabía y son nombres eran Quién, Qué, Cuándo, Dónde Cómo y Por Qué? Hoy en día, añadiríamos el Cuánto? Y así se completan las siete preguntas que a todo gestor le enseñan para triunfar en el mundo que nos ha tocado vivir, tan economicista.

Estos días estamos tan preocupados en preguntarnos quién gobernará, qué reformas debemos realizar, cómo las debemos de ejecutar, cuándo las haremos y cuánto nos costarán o nos ahorrarán que nos olvidamos de la pregunta del millón ¿Por qué? Que algunos suelen confundir con ¿para qué?

JavierOtazu nos habla del círculo de oro de Simon Sinek que propone el siguiente orden de las preguntas ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Qué? y quizá por eso aquel entrenador se preguntaba insistentemente ¿por qué?

Algunas lectores me diréis porque toca, porque hay que adecuarnos a los tiempos, hay que actualizarse, debemos implementar, mejorar el sistema. Pero insisto, como cuando éramos niños ¿Por qué hay que hacer reformas al sistema?. Y la respuesta es porque debemos corregir las goteras del sistema para que por ellas no se nos cuelen los “vivos”, que son muchos.

Estos días en nuestra ciudad han aparecido 136 nuevos sinvergüenzas, que empleaban tarjetas de sus difuntos para poder aparcar gratis. Desgraciadamente mientras el castigo no sea ejemplar y educativo nada cambiará. Seguro que muchos de estos “listillos” despotrican de los bancos, de Mario Conde, Rodrigo Rato, Pedro Almodóvar, Imanol Arias, etcétera y la corrupción de los partidos políticos, siempre los otros, según les dicte su ideología, pero no ven su viga.

Los enemigos del sistema son muchos, desde los que buscan argucias y abusan de él para beneficiarse, hasta los que no creen en él pero se aprovechan de la benevolencia del mismo para lograr sus objetivos, ya sea implantar su modelo de estado como por ejemplo la “sharia” ya sea para desligarse del actual y hacer el suyo propio independiente, o para asustar y lograr una posición ventajosa aunque sea como la del perro del hortelano que ni come ni deja comer como los ingleses con el brexit.

Las ideas volterianas están muy bien. Todos estamos de acuerdo en la frase de Evelyn Beatrice Hall “Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo.”

Es loable y necesario que el sistema permita la expresión de todas las ideas; pero una cosa es que defienda el derecho a la expresión y otra que deba aceptar esas ideas por válidas y además que las tenga que hacer propias. Hay que prevenirnos de caer en el “bambismo”. El poner la otra mejilla, no implica dejar que te la partan.

Cada día hay más casos de intentos de desmoronar el llamado estado de derecho, al haber individuos o grupos de individuos que se empeñan en una relectura particular y parcial del Contrato Social, desde personajes que apelan a presentarse a cargo público cuando todavía no pueden, a otros que asumen iniciativas que se exceden a sus funciones, y a troyanos que se nos cuelan por pecar de ingenuos, el último de estos virus se llama Burkini.

Y así estamos debatiendo que bonita imagen las de las jugadoras de vóley playa. Que práctica es dicha vestimenta hay médicos que alaban sus uso para prevenir el cáncer de piel. Pues nada volvamos a la moda de nuestros bisabuelos e imitemos a los cuadros de Sorolla en nuestras incursiones playeras. Otros sólo cuantifican los resultados económicos y lo ven como un nicho sin explorar del mercado de la moda.

Y así unos por otros les hacemos el caldo gordo a tipos como al que le dejamos ser dueño de Córdoba TV. Seguro que si un occidental intenta tener un canal a nuestro estilo cultural en Arabia Saudí ya habría sido azotado en público y después deportado a su país de origen tras una hermosa estancia con todo incluido en una de sus prisiones de la Mil y Una Noches pero al estilo “Expreso de medianoche” y para redondear además nuestros ministros de asuntos exteriores no moverían un dedo diciendo que se lo tiene bien merecido por provocador.

Siguiendo con las preguntas los “cómos” son también muy importantes. Las formas y los modales son las grandes desconocidas de nuestros políticos. De ahí que parece que sólo gobiernan para los suyos y se les olvida que debieran hacerlo para todos.

Jorge Wagensberg prefiere incidir más en los cómo, de ahí su interesante colección de aforismos. Para muestra un botón. “Un buen aforismo huye del dogma, necesita cierta dosis de humor y es idóneo para iniciar una conversación”.

Por ello y para acabar les dejo con una frase de mi amigo y compañero de estudios Manuel Corroza, que nos debe ayudar a reflexionar: “Si la duda me corroe, la certeza me oxida.”