martes, 23 de julio de 2019

Oposiciones


Uno de los mayores quebraderos de cabeza en cualquier organización es la selección de personal, elegir al mejor candidato para un puesto en concreto y determinado y ya no digamos cuando ese puesto es de responsabilidad y confianza. De ahí que muchas empresas decidan, a pesar de tener perfectamente definidos los perfiles de los puestos y los procedimientos de promoción interna, para evitar la posible subjetividad y primar la transparencia en el proceso, subcontratar a empresas especializadas en la selección de personal y en determinados niveles organizativos a los llamados “cazatalentos”. Además de tener diseñados procesos de formación e introducción en lo organización del o los candidatos elegidos. Esto es lo que suele hacer la empresa privada.

En las empresas publicas, los denominados puestos de confianza se cubren en función de un perfil político, las personas designadas lo son no tanto por su valía y competencia técnica sino por su afinidad política con el gobierno de turno. En cuanto al resto de los puestos hay un amplio abanico que va desde la transparencia, pasando por los distintos matices de la traslucidez hasta llegar a la más absoluta opacidad.

La administración, sin embargo,y tradicionalmente para evitar cualquier suspicacia, opta por la oposición o el concurso oposición. En principio, aparentemente es el sistema menos malo, pero dada las numerosas criticas, como las que se están dando en la actual convocatoria para las todavía inconclusas oposiciones de Educación, así como las numerosas impugnaciones de anteriores procesos a otros departamentos de la administración publica, bien parece que debieran también reinventarse.

Para empezar la sociedad en general y los ciudadanos en particular, criticamos el sistema educativo porque nuestros hijos han de realizar muchos exámenes durante el curso, además de los finales, revalidas de la LOMCE, y antigua Selectividad o Ebau (algún día hablaremos de ella) y la mayoría de estas pruebas son memorísticas. Y resulta que en cualquier oposición lo primero que se publica cuando se convoca es un temario, más o menos extenso. Además habitualmente, salvo en aquellas convocatorias que precisan acreditar una cierta forma física (bomberos, policías, celadores, ...) el primer ejercicio suele consistir en defender un tema, de entre tres o cinco que salen tras un sorteo. Vamos que la memoria es lo primero que se evaluá. Además de añadir un componente de azar, el cual y gracias a la probabilidad los aspirantes disminuyen preparando un porcentaje de los temas. Con un poco de suerte con un 50% vale y a veces con menos. Por tanto no pasan el corte los mejores o los que más saben, sino los que tienen suerte y les toca uno de los temas que han preparado. En otras convocatorias como los famosos exámenes MIR, BIR, FIR, PIR,…lo que se hace es numerosas preguntas tipo test sobre la totalidad del temario,con un % determinado de preguntas por cada parte del mismo, esta opción es menos mala que la del sorteo del tema pero en cualquier caso la memoria prima.

Sin olvidar las filtraciones de temarios y sus modificaciones, previamente a las convocatorias, a personas próximas a “servidores públicos” que tienen acceso o participan en dichos procesos. Y en más de un caso se ha llegado a pasar hasta el cuestionario de las pruebas eliminatorias.

En el caso de los concursos-oposición está el apartado de los baremos y de como a veces se puntuá más unos conocimientos, especialmente lingüísticos, que otros y que veces no tienen nada que ver con la competencia del puesto en cuestión a cubrir. También se suele puntuar más la experiencia en la administración que en la empresa privada en una clara endogamia sistémica.

Resaltar también que en este tipo de convocatorias la fase concurso puede pesar demasiado primando así a los llamados interinos frente a savia nueva. De manera que por muy cualificada que sea una persona, para el puesto, sólo puede aspirar a entrar en listas y con suerte.

Tampoco entiendo quien pone el grito en el cielo por descontar puntos por falta de ortografía, especialmente si son OPE´s para enseñanza. No hay excusas para escribir mal, aunque sean las tildes.

Por todo esto, parece que al sistema de oposiciones debiera pasar por el tamiz de la innovación, dándose una vuelta para mejorarlo y que verdaderamente sirva para seleccionar a las personas idóneas para la plaza a cubrir. Sin olvidar que hoy en día la formación es continua en cualquier puesto de trabajo y que no debiera valer eso de:” Yo ya soy funcionario y esta es mi plaza”, que por desgracia todavía se escucha, aunque cada vez menos.

Nota: Publicado el 30-07-2019 en navarrainformacion.es y el 08-08-2019 en Diario de Navarra.

viernes, 12 de julio de 2019

El otro encierro


Estamos en días de jolgorio y diversión, sin embargo en las fiestas de San Fermín siempre hay un hueco para alguna polémica y protesta, esta vez es lo sosos que son los encierros este año. Me dispongo a informarme del tema y leo un artículo donde se explica el recorrido de El Encierro y mi pensamiento divergente me lleva a aplicar este a la vida política.

Es bien sabido por los pamploneses que previo al encierro, están los corrales del gas y el encierrillo.

Esta fase inicial es la que los políticos viven internamente en sus partidos cuando preparan las listas electorales previamente a las campañas. No son muchos los que participan y al igual que en el encierrillo los pases se dan a sorteo, pues cada año hay más gente que quiere verlo. Así llegamos al corral de Santo Domingo a pasar la noche que es como la noche de inicio de la campaña electoral. Muchos se acercan a ver los toros a lo largo de la noche, lo mismo que los medios nos informan de ese arranque por el escaño.

Cuando comienza el encierro el primer tramo es la Cuesta de Santo Domingo, tramo explosivo, donde se precisa buena forma física, lo que vendría a corresponder con la campaña electoral. Los toros, los políticos van juntos, muy veloces y no quieren descolgarse de la manada pues entonces se quedan perdidos antes de tiempo.

Se llega a la plaza del Ayuntamiento, la zona menos peligrosa y más llana, los toros reducen velocidad. Este correspondería con al el día de las elecciones, en donde se toman su respiro.

Entonces se llega la calle Mercaderes y su peligroso giro, la curva de 90º, los toros van cegados chocan contra la valla se caen y se descuelgan, lo que provoca huecos. Este tramo sería la noche electoral con el recuento de votos, en donde hay políticos que sufren un batacazo y se descuelgan quedándose ya rezagados.

Entramos en Estafeta, el tramo largo. Aquí los toros ya cansados van más despacio la manada se estira, hay huecos, y aparecen las situaciones de peligro. Hay muchos corredores y pocos toros. Y hay toros sueltos que pueden crear mucho peligro. Esto corresponde a la tensa espera de las negociaciones, en donde hay políticos rezagados que la pueden liar, buscando extrañas alianzas que los coloquen a la cabeza de la manada . Son muchos para pocas sillas y hay que estar atentos a no perder la posición o el hueco.

Se llega a Telefónica, el favorito de los “divinos”, el encierro se ralentiza y el recorrido es un embudo cuesta abajo, imposible salir. El peligro se multiplica, se pueden formar montones y es donde más heridos hay. Este corresponde con la fase final de las negociaciones donde hay muchos damnificados. Los lideres y sus asesores o equipos negociadores serían los divinos, dando recortes a uno y otro lado, templando y mandando en las negociaciones. Muchos detalles se pierden a primera vista por eso es importarte ver las secuencias cámara lenta, para apreciarlos. Aquí es donde los tertulianos expertos nos iluminan. Lo mismo en la política en donde los cronistas con experiencia nos avisan de por donde o como van las negociaciones.

Por fin en la plaza, los corredores se abren en abanico y los dobladores con su capote llevan los toros al corral. Esto sería la sesión de investidura los parlamentarios sentados en el hemiciclo y el presidente de la cámara dirigiendo la sesión, los portavoces en su turno de palabra abalando o rechazando al candidato al sillón de la presidencia.

Mas los últimos años hemos asistido en el encierro a momentos inéditos y nunca vividos, a morlacos que se han vuelto durante la carrera, e incluso alguno pese a las medidas para evitarlo, ha llegado al corral de Santo Domingo. En la analogía que hacemos con la vida política eso lo vivimos en la penúltima legislatura en donde a los seis meses se repitieron las elecciones. Y eso es con lo que nos amenazan o parecen derrotar el astifino Sanchéz a nivel nacional y su hermana de ganadería Chivite en el caso foral.

Por eso y ante semejante despropósito, de perdida de tiempo y dinero, de falta de respeto al pueblo, al que dicen querer servir, y de especulación y mangoneo de los procesos electorales, son muchas las voces anónimas que proponen un encierro como el que dio origen al cónclave de elección de los Papas, y es no dejarles salir a los políticos de las cámaras, alimentarlos a pan y agua como entonces se hizo en Roma, hasta que logren un acuerdo y elijan un presidente.

Me quedo sin espacio y tiempo habrá de hablar sobre el encierro de los toros, su evolución e innovación.

Nota:publicado el 13-07-2019 en navarrainformacióm.es


viernes, 5 de julio de 2019

Y vuelta la burra...


... al trigo. Un año más los colectivos animalistas y los alegres y combativos “jóvenes” del PETA aprovechando la cobertura mediática de nuestras fiestas patronales, que son conocidas en el mundo entero, buscan sus minutos de efímera gloria mediática; para ello se manifestarán en la plaza consistorial. O mejor expresado, como dicen los artistas modernos, realizarán una “performance”, que dicho en lenguaje coloquial y entendible por todos, perpetrarán su actuación. Para ello deleitarán, al público asistente y a los medios convocados, con sus lozanos cuerpos en paños menores manchados con bermejo colorante, simulando sangre, y teñirán también el adoquinado de rojo. Espero que el colorante sea biodegradable y que los manifestados abonen la correspondiente tasa municipal de limpieza de aceras y pavimento. Por ser consecuentes con el principio de quien contamina, en este caso ensucia, paga. Ya que manchar es de alguna forma contaminar.

La calle es de todos, como bien sabemos en nuestra ciudad, que estamos a punto de alcanzar el récord de uso de la misma que tiene Madrid. Pues entre manifestantes en contra de la elección de Enrique Maya como nuevo primer edil, manifestantes que presionan a María Chivite, protestas por ere´s y cierres de empresa, peticiones de puestas en libertad de los amigables jóvenes de Alsasua, concentraciones contra los abusos sexuales, autobuses por los derechos del colectivo LGTBI, promoción del euskera, defensa de los símbolos de Navarra, carrera de las murallas, maratones varias, carrera contra el hambre, carrera contra el cáncer, cross del encierro, korrika, vuelta ciclista a Pamplona, fin de la vuelta a navarra, procesiones, etc. vamos a tener que reservar vez como en la posada de Goldaratz, o en la Capilla de San Fermín, con más de un año de antelación.

En el caso que nos ocupa hoy, sin embargo llama la atención la insistencia y fijación de estos colectivos contra nuestras fiestas, salvo la excepción de las campañas contra la matanzas de focas, y las tímidas campañas fotográficas de galgos ahorcados. Sin embargo no veo que estos colectivos hayan realizado demostraciones de este tipo en las puertas de los canódromos para llamar la atención. Lo más seguro es que los caneasen.

Además parece no gustarles incomodar a la aristocracia inglesa por la caza del zorro realizando carreras y persecuciones por Picadilly Circus y Buckingham Palace.

Siendo muchos de estos jóvenes por su aspecto australianos y neozelandeses no suelen prodigarse en sus tierras natales. Nuestras antípodas son el hogar de 74 millones de ovejas merinas, raza que presenta una cantidad especialmente elevada de pliegues en su piel y cuenta con una mayor superficie cubierta de lana. Pero las vuelve más vulnerables a los parásitos, concretamente a la mosca Lucilia cuprina. Por ello el 90% por ciento de las ovejas son sometidas al “mulesing”, que consiste en cortarles a los corderos jóvenes grandes porciones de piel en la zona que rodea al ano, para eliminar los pliegues donde se acumulan restos de heces que atraen a las moscas. Esta mutilación se realiza sin anestesia y es un proceso sangriento.

Tampoco protestan por las extrañas muertes de caballos de carreras (hasta 23 en tres meses en un hipódromo californiano, y el año pasado 493 en Estados Unidos, a una media de casi 10 por semana). Recientes estudios realizados por biólogos de la Universidad de Exeter (Reino Unido) han concluido que los caballos van 10 segundos más rápidos que hace un siglo. A los equinos al otro lado del charco se les dopa, está permitida la administración de fármacos el día de la competición y se les suministran analgésicos, corticoides e inflamatorios para encubrir lesiones. Pero las apuestas son un gran negocio en Estados Unidos redondeando 10.000 millones de euros y en Gran Bretaña 5.000 millones de euros, contrasta con los exiguos 5 millones de euros de España. Por no hablar del triste final de estos animales, pero que es lo único por lo que alguna organización ha protestado. Un caballo es rentable entre los dos y los cuatro años, al quinto los retiran de la competición pero pueden vivir veinte años más, cuyo coste nadie quiere asumir.

Todo el mundo es libre de manifestarse pero sería conveniente arreglar primero tu casa antes de ir a la del vecino a decirle como debe vivir sus tradiciones y fiestas. Y seguro que muchos de estos defensores de los animales se quedan un par de días más para vivir la fiesta. Sin embargo no hay encierros sin corridas, ni Sanfermines sin encierros, cuando eso ocurra serán Sinfermines como recientemente y con ironía escribía en cartas al director Alfredo Aristu Hernández.


Nota: Publicado el 05-07-2019 en navarrainformacion, el 06-07-2019 en Diario de Navarra y el 12-07-2019 en el Blog del Suscriptor de El Español.