Por
fin los rojillos pueden respirar, a costa de todos. El asunto de Osasuna de
mucho juego, más que el que prodiga el equipo en el campo, no sólo el que
necesita para ascender sino para evitar el descenso. El caso Osasuna no deja de
ser, en su cruda realidad, sino un claro y fiel reflejo de los problemas de nuestra
sociedad.
Empezando
porque los presidentes del club (varios) y sus respectivas juntas (casi nos
podríamos remontar a tiempos de Miranda) en vez de denunciar el problema y
buscar una solución, fueron a lo fácil, alargarlo y “pasa palabra”. Los socios
no se enteraban o preferían mirar para otro lado. La Hacienda Foral y por tanto
el gobierno le permitió un trato especial, de favor, con unos aplazamientos que
para si quisiéramos los ciudadanos de a pie y numerosas pequeñas y medianas
empresas así como los autónomos, o debo decir emprendedores, como está de moda.
Esto afecta al anterior ejecutivo, el presidido por el sr. Sanz, que fue quien
tuvo el honor de inaugurar este agujero negro.
De
repente: ¡Zas! Nos caemos en él. Para arreglarlo se apela al miedo y la
catástrofe, o se hace esto o no veremos un duro, bueno un euro. Un argumento
nada bueno ni nuevo, porque parece que nadie es responsable, que no hay
responsables de este fiasco y que todos los navarros, sin comerlo ni beberlo,
somos parte de él. Y para más inri se
apela al sentimiento tribal que subyace en los colores de un club y que también
explicaba el sociólogo José Antonio Jáuregui en “Las reglas del juego: las
tribus”. Y por ello, se esgrime como otro gran argumento, el no podemos dejar
que desaparezca el club, es algo nuestro. Una falacia en todo regla, pues la
mayoría de los equipos de futbol son sociedades anónimas, por lo tanto son sus
accionistas los dueños y en el caso concreto de Osasuna (que es uno de los 4
equipos que es sociedad deportiva) son los socios, los “dueños”. Por lo tanto
son ellos los que tienen o debieran buscar las soluciones, procurando no involucrar
a nadie.
Nada
de esto hubiera pasado, si en su momento, los dirigentes y socios del club, del
gobierno y de la Hacienda Foral hubieran actuado correctamente. Por lo tanto
ahora debieran asumir sus responsabilidades y sufrir sus consecuencias, cada en
la medida que les corresponda.
En
toda obra de enredo teatral, junto a la pareja protagonista (Osasuna y el
dinero), hay además villanos y víctimas (que ya he citado), y una serie de personajes
secundarios que nos hacen reír y llorar, o reír por no llorar, o llorar de
exceso de reír. Que cada uno elija la opción que más le guste o menos le
disguste.
Hemos
visto que el parlamento foral funciona eficaz y eficientemente cuando así lo
estiman oportuno sus señorías. Y han sacado adelante con prontitud la
proposición de ley foral sobre la restructuración de la deuda tributaria de
Osasuna con la Comunidad Foral de Navarra, titulo largo para un entremés.
Lástima que los cientos de desahuciados, convecinos nuestros, no corrieron la
misma suerte y no se pudieron beneficiar de una dación de pago exprés como esta.
A UPN no le quedaba más remedio que tirar “pa´lante”, pues tenía que “desfacer
el entuerto” de su anterior ejecutivo. Por una vez PSOE-PSN y PP-PPN se han
puesto de acuerdo en algo (a excepción del número de imputados por casos de
corrupción), claro, que por vergüenza torera, no les quedaba otra; ya que en
otras ciudades y autonomías en donde ellos son mayoría han apoyado medidas de
ayuda a los respectivos clubes que han dilapidado o mal gestionado sus recursos,
ejemplos hay a patadas, vamos, lo típico del futbol. El resto de los grupos
Bildu, Aralar-NaBai, Izquierda-Ezkerra y los dos parlamentarios no adscritos de
Geroa Bai, en general se han sobreexcedido y algunos han rozado el histrionismo
en su actuación. Pues lo que permiten y apoyan “allende la muga”, no parece ser
adecuado en este otro lado, pese a ser un único territorio, para casi todos
ellos. Algunos lo han hecho sabedores de que tienen el voto cautivo de los
Indar Gorri, otros por quedar bien ante el resto del electorado y jugando con
las cartas marcadas de que al final saldría aprobada la proposición y no habrá pérdida
de votos por ello. Lo único interesante es la propuesta de alguno que pedía un
plan de viabilidad y una depuración de responsabilidades. Vamos lo mínimo, que
el sentido común presupone, al dar esta carta blanca.
Al
final para Osasuna y el “osasunismo” ha sido la mejor salida de las peores que
tenía y para los contribuyentes el tiempo nos dirá, y nuestros hijos y nietos
lo verán, si algún día recuperaremos la totalidad de la deuda y sus respectivos
interés.
Sólo
me queda la petición de que en estos 30 años, al menos el club nos regale una
entrada gratuita a cada navarro a canjear por el partido que este desee, por la
confianza que les hemos tenido que dar. Yo, si me lo permiten, y para dar moral
me pido una del primer partido de liguilla de Champions, que se juegue en el
Sadar, que alguna vez llegará a jugar Osasuna y que espero poder llegar a ver.
Nota: Gracias a La tira de Oroz por utilizar sus viñetas.
Nota: Publicado en el Diario de Navarra el 10-12-2014.
Sigue el entuerto noticia del 18 de diciembre.
Nota: Publicado en el Diario de Navarra el 10-12-2014.
Sigue el entuerto noticia del 18 de diciembre.