lunes, 31 de agosto de 2015

¿Por quién doblan las campanas?



Al inicio del conocido libro de E. Hemingway hay una referencia a un fragmento del poema Devociones para ocasiones emergentes, 1624” de John Donne (1572-1631), poeta metafísico inglés y que en la mitad de la cita dice: Ningún hombre es una isla entera por sí mismo. Cada hombre es una pieza del continente, una parte del todo. Si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia.”

Este verano estos versos se nos están demostrando más claros y contundentes. Desde que el género Homo surgió en el África subsahariana cerca de la famosa fosa del Rift. Hemos tendido a migrar hacia el norte en diversas oleadas. Al principio posiblemente por conocer el mundo y buscar comida. Después por conquistar e imponernos como especia dominante. Ahora en el siglo XXI huyendo de los jinetes de la Apocalipsis, como tan crudamente escenificaba Oroz en su tira, las enfermedades, el hambre, la guerra y en definitiva la muerte.


Muerte que se encuentra en ese camino de huida y que nosotros vemos tranquilamente disfrutando de nuestros días de veraneo y también desde nuestros hogares el resto del año. Algunos políticos los tratan como plagas, y los llaman enjambres, otros sólo se acuerdan cuando los tienen a la puerta de sus casas y ya no somos los países PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) los que ponemos la cara, entonces hay que reunirse y hablar de categorías o etiquetas: Refugiado, Inmigrante. Ahora el problema es de todos y todos debemos aportar nuestra cuota de solución. Es la moderna Europa de las cuotas, que siempre beneficia a los de arriba, a los del Norte. La solución es de todos.

Mientras los modernos piratas se enriquecen con la miseria ajena y roban los sueños de futuro. Las mafias van un paso por delante y renuevan las viejas rutas de siempre. Pero ahora, en el siglo XXI, los muertos se cuentan. El mare nostrum es la tumba de los sin rostro, ni nombre. Y los caminos se llenan de furgones de muerte, y aparecen grupos filonazis que malos recuerdos nos atraen.

Además crecen movimientos separatistas e independentistas, nacionalismos trasnochados que buscan levantar nuevas fronteras donde las viejas demuestran que no sirven para nada, que se saltan y se pasan. En realidad las fronteras están en nuestros corazones, duros como piedras, en nuestras almas vendidas a la tecnología y a la ciencia, cuando lo que nos falta es humanismo y crecer en espiritualidad. La cita poética en su comienzo ya nos inquiere al respecto: “¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece? ¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla? ¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe? ¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?”.

La solución o las soluciones no son fáciles, pasan por vencer nuestro egoísmo y ser justos, no caer en la tentación del Coltan y el Diamante de sangre. No seguir apoyando gobiernos corruptos, “señores” (vaya nombre para unos criminales) de la guerra que imponen su ley. Si en origen se viviese bien o con posibilidades de futuro, no haría falta emigrar. Eso ya lo hemos aprendido en propias carnes, la crisis ha hecho emigrar a nuestro hijos y a algunos de nuestros amigos y vecinos.

Si en vez de invertir en querer ir a Marte o en vivir eternamente o en perfeccionar las armas, parte de ese dinero se usará en potabilizar agua en los países subdesarrollados, en apoyar proyectos de microcréditos, en educar a las niños y niñas, en poner remedio al Ebolá, la malaria, el dengue,…

El poema acaba con unos versos, una parte de los cuales le sirvieron al famoso novelista para dar título a su historia de amor en medio de una guerra fratricida en donde los dos bandos se comportaron a cada cual peor, aunque la memoria, la histórica también, sea selectiva.

El egoísmo nos hace selectivos.

Es la historia de cualquier víctima, ya sea del terrorismo, de la emigración, de la violencia doméstica, por eso la sencillez de estos versos finales nos hiere repicando en nuestros oídos: Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera me afecta, porque me encuentro unido a toda la humanidad; por eso, nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti.”

Pero nos cuesta interiorizarlos y asumirlos. La vida moderna y las prisas nos alienan cada vez más y por el contrario cada vez se oyen menos las campanas y eso ayuda a tener menos oportunidades de tomar Con-Ciencia.

Y es que el consumo nos consume hasta cuando tomamos nuestra dosis de noticias en los días de estío.

Nota: Gracias a La Tira de Oroz.

miércoles, 19 de agosto de 2015

Una temporada más



Un año más estamos al comienzo de una nueva temporada del “Panem et circenses” moderno, con nada de pan y todo de circo. Como habrán adivinado me refiero al futbol, para algunos el deporte Rey, por lo menos en cuanto a seguimiento de personas bien practicándolo, bien viéndolo y manejo de dinero.

Pero por deformación académica y profesional me voy a cercar a este juego de caballeros jugado por villanos, que se convirtió en deporte para pasar posteriormente a la categoría de espectáculo y por último en gran negocio (para unos pocos). Esencialmente es esta última faceta la que más me llama la atención, pues su funcionamiento es contrario a toda regla empresarial según los gurus de la gestión moderna.

Hoy en día es fundamental la innovación y la aplicación de nuevas tecnologías, sin embargo éstas son muy lentas en el futbol. Por ejemplo el cambio de reglas para hacerlo más espectáculo, se tardó bastante en poner los tres puntos para primar al equipo que juegue al ataque. Es más se permite el llamado antifutbol, continuas faltas en medio el cambio que entorpecen el juego de los equipos llamados ”creativos”, pérdidas de tiempo, exageración y teatralización de las faltas, y así un largo etcétera, con la circunstancia tan humana que además el hincha o forofo del equipo que las usa aplaude cuando gana y critica cuando va perdiendo, llegando al súmmun con la aplicación del “catenaccio”, con cuya aplicación se han llegado a ganar Copas de Europa de Naciones, a principios de este siglo XXI, antes de la aparición del “tiki-taka”.

En el caso de la apuesta por nuevas tecnologías la última gran innovación ha sido el espray para control de las barreras, pero nada de usar el ojo de halcón o los monitores u otras modernas aplicaciones para evitar las injusticias deportivas que continuamente se ven. Eso si cada vez hay más árbitros y ven menos. Pero claro eso quizás evitaría el elemento “despiste” que consiguen estas polémicas y que aturden a los ciudadanos desfocalizándolos de los verdaderos problemas de nuestra sociedad.

Es curioso que en nuestra sociedad moderna se hable de calidad y mejora continua continuamente y sin embargo en el futbol brilla por su ausencia. Frente a ideas que se aplican en Formula 1, Moto GP, e incluso en otras ligas (inglesa y alemana) o torneos internacionales, en España es todo lo contrario. Cada año volvemos a repetir y caer en  los mismos errores. No sé si se han percatado, pero semana a semana vemos como los equipos (entrenadores y futbolistas) preparan sus partidos y planifican sus temporadas. Por el contrario cada nueva temporada nos encontramos con problemas de calendario, con quejas hasta del seleccionador nacional, volvemos vivir el esperpento de no saber cuándo y en dónde se jugará la Copa del Rey, con sus polémicas, y así podemos seguir enumerando despropósitos organizativos y desencuentros constantes entre Liga, Federación, representantes de los jugadores, sin olvidar los problemas de sanciones y su aplicación, por no hablar de la falta de un criterio ecuánime para las mismas. Las hemerotecas están plagadas de casos.

Por no hablar del poco cariño con el que se trata al cliente, y especialmente al que se presume fiel (me refiero al abonado), partidos a deshoras (salvo para el mercado televisivo de no sé sabe que países exóticos), cambios de horarios, y precios exagerados para la calidad y espectáculo que se dan en un país cuya economía, a pesar de los indicios de mejora, está en pronóstico reservado. Y nada que ver si se comparan como ya he citado con las ligas inglesa y alemana, luego nos sorprendemos de que allí con una climatología bien adversa se llenen los estadios.
 La tira de Oroz - 12 agosto 2015

La puntilla la pone la gestión económica de los equipos de futbol, en 2014 los clubs o clubes debían a Hacienda (lo que es lo mismo a todos los habitantes de este país) 465 millones de euros (se dice rápido) vamos calderilla, este año ni lo he querido buscar para no indignarme si cabe aún más. Algo increíble.

Por último añadir que fijándonos un poco podemos identificar tres líneas estratégicas básicas de cara a conseguir los objetivos deportivos de los equipos, tenemos la tradicional o “canterana” es decir apostar por la cantera, la siguiente es la que podemos denominar “talonaria” es decir tirar de talón o chequera y la última la que llamaremos “estilo Monchi” ya que llamarla “director-deportiva” no es muy precisa ya que casi todos los equipos tienen directores deportivos pero muy pocos son tan efectivos y eficaces como este señor. Obviamente, como en todo, lo mejor es un buen equilibrio entre las tres. Algo difícil de encontrar.

En cuanto a la estrategia para alcanzar los objetivos económicos lo que nunca falla es no gastar más que lo que se ingresa. Algo que parece que en este sector nadie o casi nadie sigue, ya que con apelar al “instinto tribal” las distintas administraciones sea cual sea su signo político buscan resquicios legales para ayudar a “salvar” al equipo de “nuestra tierra”.

Y ya lo decía el gran Vujadin Boškov con su mítica frase de “Futbol es futbol”, dando por sentado que es imposible de definir y menos de entender.


Nota: Gracias a La tira de Oroz por utilizar sus viñetas.
Nota: Publicado en el Diario de Navarra el 24-08-2015.


 
 ¿Escribes en el Diario?, Sales con foto. No sabía que eras empresario.
PB

Eres empresario? Te han ascendido.
JP

?
VG

Muy bien Jesús, claro y conciso, esperemos no sea el último.
JA

No sabía que eras empresario.creo que lo has hecho para confundir al enemigo.
VE

Lo de empresario ha sido una errata, ya he avisado al Diario. Pero ya veo el cachondeo que os traéis casi todos.
JB

Lo dices muy claro y es verdad pero todo ya lo sabía.
AGF