sábado, 18 de junio de 2016

El perro del hortelano - The Dog in the Manger



Desde hace dos siglos y especialmente desde el desastre de 1898 el ruido interno no nos ha dejado oír el rumor externo y otras veces el ruido externo no lo hemos percibido debido al bramido interno. Parecía que con la transición esto iba a cambiar pero tras casi cuarenta años de democracia se cuentan con los dedos de una mano y me sabrán tres los ministros de exteriores que han estado a la altura de su papel. Desgraciadamente los dos últimos han sido nefastos el sr desatinos y el sr. margalladas y su labor de promoción de la marca España se ha dejado en manos de algunos empresarios y de los éxitos de algunos de nuestros deportistas a pesar de las federaciones y sus enchufados que en vez de apoyarles les ponen zancadillas. Por ello me parecía que la salida de Gran Bretaña (el Brexit - Britain exit) iba a pasar de soslayo cuando de repente varias circunstancias la han puesto en la primera plana.

Una circunstancia es la anodina campaña electoral en donde nuestro aspirantes al gobierno se empeñan en decirnos pocos qué van hacer, menos cómo lo van a hacer y lo peor no quieren hacerlo con ninguno.
El otro es que algunos gerifaltes europeos y economistas han realizado declaraciones de que el fin del mundo se acerca si triunfa el sí. Cuando en realidad nadie sabe a ciencia cierta lo que va a pasar. Y en todo caso lo que se intuye es que el problema sería para los ingleses. Si digo ingleses porque los escoceses parece que podrían revocar su anterior referéndum, los norirlandeses volverían a sus disputas y no parecen estar dispuestos a tener que correr con el gasto de mantener una frontera de 500 km con sus hermanos del sur, los llanitos no quieren perder el chollo de ser el paraíso fiscal de Europa y los galeses siempre han estado hartos de la prepotencia inglesa.

Lo que sí está claro es que numerosas empresas que habían utilizado el trampolín de la “city” para hacer negocios en Europa ahora se ven cayendo a una piscina sin agua. Y han comenzado a preparar nuevas estrategias pensando en cambiar de domicilio. Gran oportunidad para España si estuviéramos a lo que debiéramos y así devolverles a los especuladores de la bolsa y fondos buitres la jugada de llamarnos PIGS y habernos ninguneado y maltratado durante la crisis para desestabilizar al euro. No sé si se han percatado pero la mayoría de los paraísos fiscales están en ex colonias británicas, los problemas económicos se generan en la “city”, fondos buitres, especulaciones varias, ingenierías financieras que pasan por despachos de abogados británicos y empresas fantasmas localizadas en Gibraltar, Bahamas, etc, y es que siguen pensado que los derechos de patente de corso son hereditarios desde que la reina Isabel I se los concedió a Drake y sus secuaces. Por otro lado Gran Bretaña no está dentro del euro y esto no debe influirnos tanto en la economía, y sí a ellos que tendrán problemas con sus socios de la Commonwealth ya que no les será tan fácil colarnos sus productos.

La otra la poca perspicacia del sr. Cameron al venir a Gibraltar, piedra o peñón en nuestro zapato. El mandatario inglés no sé si tiene algún parentesco con el sr. Más o ambos sufren del contagio de un nuevo virus que provoca “diarrea urnil” la cual ha dejado en parada cardiorrespiratoria política al catalán y ya veremos si el inglés no entra en algún tipo de shock anafiláctico.

La última ha sido el lamentable asesinato de Jo Cox, no sé sabe si por hacer campaña por el sí o también por defender la diversidad social, cultural, étnica y religiosa en su país. Leía que “Nadie puede culpar al oportunismo de David Cameron o a la demagogia de Boris Johnson de lo sucedido. Pero jugar a cara o cruz con el futuro de Europa no es ni ejemplar ni pacifista”. Y personalmente añadirá que no es edificante ni sensato incitar al sentido etnocéntrico porque pasadas unas revoluciones se entra en la barrena nacionalista y en el tortazo y la desintegración a la que llevan los populismos basados en que lo mío es lo mejor del mundo mundial.

Para vacunarnos recomiendo que busquen este enlace en la red y vean su corto video (https://www.youtube.com/watch?v=tyaEQEmt5ls o con subtítulos en castellano en https://gloria.tv/video/MU5dJZdLkXKZ2kKZrscHPDjxw) que les hará reflexionar y darse cuenta que lo que en verdad tenemos en común no es la raza, el idioma, la religión, la posición social, sino el adn.


 Pero volviendo a la posible salida de Gran Bretaña de Europa, ya es hora que desde altas instancias se les pida a los súbditos de su graciosa majestad y sus dirigentes que dejen de ser el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Y que si quieren que entren con todas las consecuencias o se salgan pero sin hace ruido que queremos descansar y cerrando bien la puerta, sin ruido, porque de lo contrario hay corriente y nos constipamos el resto de los europeos. Está claro está situación, de sí pero no, estoy a lo quiere y no juego cuando no me gustan las cartas que me tocan o es mi turno de pararla y no me agrada, hay que ponerle fin.

Y esto vale o debiera valer también para el ruido interno.

jueves, 16 de junio de 2016

La campaña entre Asterix o Haddock



Hace unas semanas reflexionábamos si nuestros políticos habrían aprendido la lección, ahora podemos afirmas con rotundidad que no. Pues no sólo repiten los cuatro tenores sino que en la mayoría de las circunscripciones/provincias, (este punto debiera cambiar y tener una circunscripción única para el Congreso pues votamos para el “desgobierno” de España y mantener 17 autonomías + 2 ciudades para el Senado – con 2 ó 3 senadores por cada una-, para que este fuera lo que en nuestra Constitución dice ser), también nos percuten con los mismo rostros. Además la España olvidada (Teruel y Soria también existen) aumenta a 18 provincias en las que ninguno de los cuatro aspirantes pondrán sus pies ya que tienen el escaño asegurado o les es imposible conseguirlo. Así les importamos los ciudadanos. Somos una mera papeleta.

En nuestro terruño foral, Geroa Bai aplica la propiedad conmutativa pero el producto es el mismo y Bildu nos presenta su cara más amable en lo que parece ser un bombón envenenado para la candidata ya que la vieja guardia batasuna prefiere que la galleta electoral se la meta alguien que les empieza hacer demasiada sombra. Ya lo decía Adenauer o era Andreotti ”hay enemigos y compañeros de partido”.

La nueva política se ha convertido tras el último dong de campana en “viejuna” (como dicen los jóvenes del milenio) o en vetusta (mejor y correcto adjetivo) política y ya ha adquirido sus mismas poses, las elecciones primarias son sustituidas por el dedo de Pablo o los intereses del equipo de Albert (pues este parece estar alejado de las miserias internas) o las manipulaciones de las direcciones regionales de C´s. En cuanto a la financiación del partido parece que es el agujero negro tanto de los tradicionales como de los que propugnan el cambio; Podemos no termina de aclarar sus relaciones financieras con Venezuela e Irán y tira balones fuera con propuestas de financiación oníricas o fruto de algún alucinógeno y C´s no sabe a qué cuentas cargar ciertos gastos del partido, demasiado lío de facturas en Murcia. Y estos son los que nos quieren arreglar la economía.

El debate nos ha demostrado que la política y el deporte están muy relacionados. Para empezar nuestros líderes políticos parecen que se han contagiado del moderno ciclismo en donde nadie ataca para no perder lo conseguido, o sea nada, pues es la meta donde se dicta sentencia; y lo dejan para la contrarreloj final. La estrella del debate ha sido uno de los presentadores (Vicente Valles, pues los otros dos fueron meros maniquíes) por lo tanto mal partido/debate si nos fijamos en los árbitros/moderadores. Por dar ideas para futuros debates se podría copiar el sistema de los abiertos de tenis o la tradicional escalera pelotazale. Así cabría la remota posibilidad de que surjan nuevas figuras y no las protegidas por las oligarquías de las dictaduras que manejan los partidos o los figurines encumbrados por los medios de comunicación y el ruido de las redes sociales. Aunque siempre queda el material o el sorteo para inclinar la balanza.

Atacado por el estío y el hastío de estar invadido en la intimidad de mi hogar en todos los canales por la aparición mediática (paradigma del nuevo modelo de campaña electoral) de los candidatos en todos los programas posibles, sólo falta un master chef de políticos con Chicote dándoles candela o un supervivientes exprés en bolas de los mismos, opto por releer mi colección de comics. Pero grave error pues a cada título me encuentro con paralelismos de la realidad “El combate de los jefes”, “Asterix y el caldero” en donde el dinero de los impuestos ha desaparecido o “Asterix en Helvetia” o “El papiro del César” sobre documentos clasificados. También surge el nacionalismo con “Asterix en Córcega” y sus disputas entre facciones “Asterix y los godos” igualito que en Cataluña. Aparecen las líneas rojas con “La gran zanja” y el doping en “Los juegos olímpicos”.

Por fin encuentro algún título neutro pero lo peor viene cuando algunos personajes secundarios o antagonistas del Quijote y Sancho Panza galos y del comic me recuerdan a nuestros políticos por sus nombres y actuaciones. Tragicomix, el alto, guapo y torpe novio de la rubia Falbalá me trae a la cabeza a Pedro Sanchéz. El soso funcionario Caius Pupus por su dejar hacer y anotar es el vivo retrato intelectual de Mariano Rajoy. El joven Anguloagudus  tiene mucho que ver con Albert Rivera.

Pero quien mejor sale retratado es Pablo Iglesias que es una inmejorable mezcla de dos pérfidos personajes que son el maquiavélico Perfectodetritus de “La cizaña” y el augur Prolix de “El adivino”, que aparece en un momento de debilidad de la tribu de irreductibles galos para alegrarles los oídos con lo que ellos esperan y desean escuchar. Únicamente el sagaz y perspicaz pequeño galo no se deja manipular y gracias a su buen hacer logra evitar que sus vecinos y paisanos pierdan todo lo conseguido. ¿Dónde está nuestro Asterix?

Ante este panorama opto por cambiar de colección con la esperanza de sonreírme con las retahílas de improperios del buen Capitán Haddock: “bachi-bazuks, visigodos, cleptómanos, anacolutos, parásitos ectomorfos, vendedores de guano, bebe-sin-sed, ganapanes y marineros de agua dulce”. Así por lo menos uno se da una alegría y mañana será otro día. ¡Que ya falta menos!

Nota Publicado en el Diario de Navarra el 17-06-2016.

 
Agudísimo tu artículo en el Diario de Navarra. Enhorabuena!!!
MJFI
 
Escrito de Jesús  en el Diario de Navarra
VG

lunes, 13 de junio de 2016

Las tareas de la Paz

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El 28 de mayo último la asociación Solasbide-Pax Romana celebró una jornada abierta de reflexión y debate bajo el título “Escuchándonos y dialogando para la paz aquí y ahora. Creer en las tareas de la paz”. Las líneas que siguen son un resumen y recapitulación de las principales ideas que surgieron de ese diálogo.
La paz constituye un fenómeno muy complejo, multidimensional, es una de las más profundas aspiraciones humanas, un imperativo ético o religioso, un don de Dios o una tarea humana según las diversas visiones que conviven a nuestro alrededor. No podemos reducir la paz, como en otros tiempos, a la ausencia de guerra y de violencia directa contra las personas, a una mera situación o apariencia de orden exterior. Hoy la concebimos positivamente vinculada a la justicia, a la cohesión social, a un conjunto de valores, actitudes, tradiciones, comportamientos y estilos de vida que usualmente denominamos como cultura de paz y que lleva implícito el respeto de los derechos humanos, al tiempo que la paz constituye también uno de esos derechos. El derecho a la paz y el derecho a la cultura de paz han sido objeto en las últimas décadas de diversos textos jurídicos internacionales que, por desgracia, no han experimentado la globalización que requieren.

La paz no supone ausencia de conflictos, el conflicto es inherente a la condición humana, más que un resultado es un proceso o una aspiración, la de manejar los conflictos humanos y sociales sin el recurso a la violencia o a la imposición, resolverlos a través del diálogo, el acuerdo y los procedimientos propios del sistema democrático. Tampoco debemos esperar que la paz surja como una consecuencia automática de la justicia, que llegará con ella en un futuro indeterminado. Lograr la justicia exige también trabajar por la paz y desde la paz, son tareas complementarias e inescindibles.
Sabemos que no es realista aspirar a una paz perfecta, sin violencia ni conflicto, a una idílica situación de armonía entre las personas. No tenemos más remedio que hablar de una paz imperfecta, una paz que se nos plantea sobre todo como tarea en diversos niveles, en el ámbito personal como aprendizaje y habilidad para manejar la propia agresividad, en el ámbito familiar como espacio donde ha de iniciarse la educación en la cultura de paz que proseguirá en el sistema educativo, en los diversos ámbitos sociales, de vecindad, trabajo, religión, político, de los medios de comunicación. Ámbitos todos ellos donde se producen interrelaciones causales y retroalimentaciones, los seres humanos hacemos la sociedad pero también somos producto de ella, la paz a la que podemos aspirar es también la que seamos capaces de sembrar y con la que seamos capaces de constituir nuestro entorno social.

La creación de una verdadera cultura de paz en nuestra sociedad, aquí y ahora, todavía ofrece grandes déficits, entre los que se halla el de abordar las formas ocultas de la violencia. Nos referimos a la violencia estructural o el daño que se produce en la satisfacción de las necesidades humanas básicas como resultado de los procesos de estratificación social y el desigual reparto y acceso a los recursos, la frecuente y cruel consecuencia de una economía de exclusión e inequidad; como ha dicho el papa Francisco, “esa economía mata”. También la violencia cultural que pervive entre nosotros, la legitimación del resultado de violencias que operan a través del racismo, el sexismo, el clasismo o el eurocentrismo, el rechazo de la guerra en los países “civilizados” pero su tolerancia en los países periféricos o “atrasados”, la indiferencia oficial ante el drama de los refugiados que provocan esas guerras actuales.
Lugar central en la construcción de la cultura de la paz ocupa la comunicación, la predisposición a la escucha, el debate político, social, religioso, no agresivo, la búsqueda de concordia. La incomunicación, la ausencia de conciencia social sobre los conflictos existentes, los problemas y las aspiraciones de nuestros vecinos, la falta de un verdadero fundamento ético y no solo práctico o funcional opera en contra de una verdadera cultura de convivencia en paz. Y a este respecto, apelamos a la labor esencial que tienen los medios de comunicación para reflejar y canalizar el diálogo, sin que en su actual estructura y funcionamiento se hallen siempre a la altura de la misión que les corresponde, sin que a menudo sepan encauzar un debate respetuoso y constructivo quehuya de la agresividad y la injuria como espectáculo.
Tanto a nivel internacional como en el ámbito que nos es más próximo seguimos padeciendo conflictos violentos, activos, latentes o mal resueltos. Todos ellos nos interpelan y nos exigen un esfuerzo individual y social. La experiencia de la violencia que más directamente nos ha afectado, el alzamiento militar de 1936 y la Guerra Civil, la actividad de ETA y de otros grupos y los excesos en la respuesta contra el terrorismo, nos alerta sobre algunas actitudes a evitar: la apropiación sectaria del sufrimiento y su utilización con fines partidistas, la manipulación de las víctimas, el intento de construir una memoria parcial y a favor de intereses particulares, el simple olvido del pasado. Es necesario trabajar la concordia, el recuerdo compartido y la reparación de las víctimas, la coexistencia de las distintas sensibilidades políticas, culturales, lingüísticas y religiosas, la confianza mutua. Hemos de afianzar los procesos de reconciliación al tiempo que debemos respetar los procesos personales relativos al perdón, materia muy delicada que no puede ser objeto de imposición ni banalización.
Y todo ello sin perder de vista la persistencia de motivos de violencia estructural que a veces nos pasan desapercibidos: la desigualdad y la exclusión social y laboral, la exclusión de las minorías, la xenofobia, la discriminación entre mujer y hombre y la preocupante persistencia de la violencia de género, las trabas a la convivencia intergeneracional, cívica, escolar, la intolerancia religiosa, etc. No nos podemos resignar ni hemos de renunciar a ser agentes activos en la tarea, en las tareasde la paz. A través de estas modestas reflexiones aspiramos a contribuir en esas tareas y, en unión de otros colectivos e instituciones, abrir para ello cauces más permanentes y eficaces en Navarra.

Firmantes del manifiesto: Ana Apilluelo, Cristina Apilluelo, Mikel Aramburu, Mauro Arboletto, Fernando Armendáriz, Conchi Arratibel, Izaskun Arratibel, Jesús Barkos, Mertxe Berasategui, Chema Berro, Jesús Bodegas, Fermín Ciáurriz, Javier Echeverría, Ramón Echeverría, Jesús Mª Elso, Fermin Erviti, Juana García, Luis Mª Goicoechea, Gabriel Hualde, Miguel Izu, Sixto Jiménez, Francisco Javier Lasheras, Javier Leoz, Vicente Madoz, Javier Marcotegui, Guillermo Múgica, Javier Otazu, José Antonio Pérez Balda, Fernando Rey, Inés Sáenz de Pipaón, Ignacio Sánchez de la Yncera, Juan Pedro Urabayen, Goio Urdániz, Blanca Urzaiz, Josep Mª Valls, Lucio Zorrilla y Javier Zulaika.

Publicado el Manifiesto en Diario de Noticias 13-06-2016.