Desde
hace dos siglos y especialmente desde el desastre de 1898 el ruido interno no
nos ha dejado oír el rumor externo y otras veces el ruido externo no lo hemos
percibido debido al bramido interno. Parecía que con la transición esto iba a
cambiar pero tras casi cuarenta años de democracia se cuentan con los dedos de
una mano y me sabrán tres los ministros de exteriores que han estado a la
altura de su papel. Desgraciadamente los dos últimos han sido nefastos el sr
desatinos y el sr. margalladas y su labor de promoción de la marca España se ha
dejado en manos de algunos empresarios y de los éxitos de algunos de nuestros
deportistas a pesar de las federaciones y sus enchufados que en vez de
apoyarles les ponen zancadillas. Por ello me parecía que la salida de Gran
Bretaña (el Brexit - Britain exit) iba a pasar de soslayo cuando de repente
varias circunstancias la han puesto en la primera plana.
Una
circunstancia es la anodina campaña electoral en donde nuestro aspirantes al
gobierno se empeñan en decirnos pocos qué van hacer, menos cómo lo van a hacer
y lo peor no quieren hacerlo con ninguno.
El
otro es que algunos gerifaltes europeos y economistas han realizado
declaraciones de que el fin del mundo se acerca si triunfa el sí. Cuando en
realidad nadie sabe a ciencia cierta lo que va a pasar. Y en todo caso lo que
se intuye es que el problema sería para los ingleses. Si digo ingleses porque
los escoceses parece que podrían revocar su anterior referéndum, los
norirlandeses volverían a sus disputas y no parecen estar dispuestos a tener
que correr con el gasto de mantener una frontera de 500 km con sus hermanos del
sur, los llanitos no quieren perder el chollo de ser el paraíso fiscal de
Europa y los galeses siempre han estado hartos de la prepotencia inglesa.
Lo
que sí está claro es que numerosas empresas que habían utilizado el trampolín
de la “city” para hacer negocios en Europa ahora se ven cayendo a una piscina
sin agua. Y han comenzado a preparar nuevas estrategias pensando en cambiar de
domicilio. Gran oportunidad para España si estuviéramos a lo que debiéramos y
así devolverles a los especuladores de la bolsa y fondos buitres la jugada de
llamarnos PIGS y habernos ninguneado y maltratado durante la crisis para
desestabilizar al euro. No sé si
se han percatado pero la mayoría de los paraísos fiscales están en ex colonias
británicas, los problemas económicos se generan en la “city”, fondos buitres,
especulaciones varias, ingenierías financieras que pasan por despachos de
abogados británicos y empresas fantasmas localizadas en Gibraltar, Bahamas,
etc, y es que siguen pensado que los derechos de patente de corso son
hereditarios desde que la reina Isabel I se los concedió a Drake y sus
secuaces. Por otro lado Gran Bretaña no está dentro del euro y esto no
debe influirnos tanto en la economía, y sí a ellos que tendrán problemas con
sus socios de la Commonwealth ya que no les será tan fácil colarnos sus
productos.
La
otra la poca perspicacia del sr. Cameron al venir a Gibraltar, piedra o peñón
en nuestro zapato. El mandatario inglés no sé si tiene algún parentesco con el
sr. Más o ambos sufren del contagio de un nuevo virus que provoca “diarrea
urnil” la cual ha dejado en parada cardiorrespiratoria política al catalán y ya
veremos si el inglés no entra en algún tipo de shock anafiláctico.
La
última ha sido el lamentable asesinato de Jo Cox, no sé sabe si por hacer
campaña por el sí o también por defender la diversidad social, cultural, étnica
y religiosa en su país. Leía que “Nadie
puede culpar al oportunismo de David
Cameron o a la demagogia de Boris Johnson de lo sucedido. Pero jugar a cara o cruz con el futuro de
Europa no es ni ejemplar ni pacifista”. Y
personalmente añadirá que no es edificante ni sensato incitar al sentido
etnocéntrico porque pasadas unas revoluciones se entra en la barrena
nacionalista y en el tortazo y la desintegración a la que llevan los populismos
basados en que lo mío es lo mejor del mundo mundial.
Para vacunarnos recomiendo que busquen este
enlace en la red y vean su corto video (https://www.youtube.com/watch?v=tyaEQEmt5ls o con subtítulos en castellano en https://gloria.tv/video/MU5dJZdLkXKZ2kKZrscHPDjxw) que les hará reflexionar y darse cuenta que lo que en
verdad tenemos en común no es la raza, el idioma, la religión, la posición
social, sino el adn.
Pero volviendo a la posible salida de Gran
Bretaña de Europa, ya es hora que desde altas instancias se les pida a los
súbditos de su graciosa majestad y sus dirigentes que dejen de ser el perro del
hortelano, que ni come ni deja comer. Y que si quieren que entren con todas las
consecuencias o se salgan pero sin hace ruido que queremos descansar y cerrando
bien la puerta, sin ruido, porque de lo contrario hay corriente y nos
constipamos el resto de los europeos. Está claro está situación, de sí pero no,
estoy a lo quiere y no juego cuando no me gustan las cartas que me tocan o es
mi turno de pararla y no me agrada, hay que ponerle fin.
Y esto vale o debiera valer también para el
ruido interno.