Esta
semana parece que le hemos cogido justo a esto de acercarnos al precipicio y a
jugar a la ruleta rusa pero en la realidad. Por un lado en el ámbito
internacional el Presidente Obama con los republicanos enrocados en demostrar
quien ponía más balas en el tambor mientras lo giraban y se aproximaba el plazo
del llamado “abismo fiscal”, gracias a la intervención de una senadora
republicana que ha buscado alianzas y relaciones entre sus congéneres de sexo
del partido demócrata se ha logrado una prórroga de tres meses. Todo gracias a
las mujeres, como ha alabado el senador conservador Mc Cain.
Y
es que no somos iguales, los milenios de evolución imprimen carácter, los
hombres cazadores y guerreros no pueden evitar su testosterona y las mujeres
acostumbradas a lidiar con las diferencias en el clan, saben siempre buscar
alianzas. Ángela Merkel, la cual, no
me pone, como dicen los jóvenes ni física ni intelectualmente (políticamente), acaba
de dar una lección a nuestros políticos nacionales, forales y locales, logrando
un gobierno de gran coalición, disminuyendo la incertidumbre para con sus
conciudadanos y dando la estabilidad necesaria que precisan los tiempos en los
que vivimos.
Mientras
en Europa, en concreto en Francia, tan orgullosa de su lema “Igualdad, Libertad
y Fraternidad”, un gobierno socialista ha aplicado el peso de la ley y ha
deportado a una peligrosa antisocial menor de edad, cuando estaba de excursión
con sus compañeros de instituto, todo sea por no quedar atrás en las encuestas
de intención de voto, lo peor es que dicha chica legalmente tiene todo el
derecho del mundo a vivir en Francia al haber nacido en Italia, aunque su
familia sea bosnio-kosovar-. A mis allegados a hace tiempo que les dije que
tanto Obama como Hollande, me parecían un Rodríguez Zapatero, pero uno envuelto
en el glamour de la alfombra roja de Hollywood y los rascacielos de Chicago y
el otro arropado por el tintineo de las candilejas de la ciudad de la luz. Lo
contrario a la famosa conjunción galáctica de aquella ministra y secretaria de
organización desaparecida de escena. Y poco a poco ambos ratifican mi
intuición, a lo que el Sr. Punset se congratulará en su próximo artículo.
La libertad guiando al pueblo de Paris - Eugène Delacroix - 1830
Aquí
para no ser menos El Sr. Mas y sus amigos de pancarta siguen forzando el juego de
la ruleta rusa ahora os apunto con el referéndum, ahora me apunto con la
declaración unilateral. Y mientras los empresarios catalanes que empiezan a
sudar ante la apuesta, comienzan a hacer declaraciones: unos tímidamente, otros
muy claros. Y para amenizar el sainete el “president” da un mutis por el foro y
planta a la fundación Fomento del Trabajo, que era quien le había convocado y
no a la vicepresidenta, aunque los periodistas caen en el subterfugio y lo
titulan en clave de confrontación en vez de mala educación. "Sólo los tontos se burlan del protocolo",
recordaba el malicioso canciller Talleyrand.
Mientras
a la espera del próximo capítulo de este culebrón que apunta a drama nacional.
Y que cada día nos despista más del foco de numerosos problemas más reales y
acuciantes: paro, desahucios, perdida del mal llamado estado de bienestar,
quiebras de empresas emblemáticas como Pescanova, Panrico, Fagor, con el drama
social y familiar que conlleva. ¡Abran sus apuestas¡ ¿Cuál será la próxima?
Me
pregunto, en mi ingenuidad de ciudadano de a pie, si alguno de los innumerables
asesores de nuestros numerosos políticos de este país, no les puede aconsejar
de los problemas que realmente nos preocupan que son muchos y que se dejen de
juagar a la ruleta rusa. Porque como decía, allá en 1985, mi capitán García Domaica (por cierto una gran persona): “las
armas no las carga el diablo, las carga un idiota y se les dispara a otro
idiota”.
Por
ello ojo lo que cargamos y como jugamos no sea que nos explote en la cara. Y el
abismo al que parece nos gusta asomarnos nos succione cuan agujero negro.
Nota: Publicado el 12-11-2013 en el Diario de Navarra.