jueves, 28 de diciembre de 2017

La inocentada de las pensiones

Hace unos días mi amigo y compañero de sección, Javier Otazu, reflexionaba sobre las diferencias entre lo urgente y lo importante. Son términos fáciles de distinguir pero que muchas personas confunden porque se dejan llevar por la espiral del día a día y la inmediatez que nos atosiga.

En el caso de nuestros políticos porque están más pendientes de las encuestas y barómetros que de resolver los problemas que acucian y preocupan a los ciudadanos, como bien se sinceró Jean Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea: “sabemos qué hacer para salir de la crisis, pero no sabemos cómo salir reelegidos si lo hacemos”. Podemos sustituir la palabra crisis por cualquier problema importante que nos desasosiegue a los ciudadanos.

Si hay un problema que tarde temprano, y cada vez más pronto, inquieta a los trabajadores es el de la pensión de jubilación. Es uno de esos temas que suelen aparecer en los ríos de la información cada cierto tiempo pero que nunca nadie lo pesca para meterle mano porque la solución no es fácil, y hágase lo que se haga implicará pérdida de votos. Por ello cuando se está en la oposición se dice que lo resolverán y cuando se está en el gobierno se corre un tupido velo y si no queda más remedio se parchea. Y así mientras nos acercamos inexorablemente al precipicio.

El debate de las pensiones ha sido siempre una de las estrellas en campaña electoral. De manera que el gobernante las subía cuando iba a convocar elecciones, para así comprar votas de los estómagos agradecidos. Hasta que se firmó el famoso Pacto de Toledo. El cual el innombrable señor de la ceja convirtió en papel mojado, al congelar por primera vez desde el acuerdo las pensiones. Posteriormente el Don Tancredo que ahora nos “gobierna” se jacta en decir que las pensiones están aseguradas. Malo sea, el problema no es el aseguramiento de la pensión sino si la cantidad de la misma va a ser digna y justa de acuerdo a lo cotizado y si a lo largo del tiempo de la jubilación, el cual se ha aumentado debido al aumento de la esperanza de vida, va a mantener o sostener el poder adquisitivo del pensionista. Y es aquí donde está el nudo gordiano de las pensiones. Amén de la falta de trabajo para que la caja aumente los ingresos, así como el bajo nivel salarial que también influye en los mismos (un dato el salario medio en España, según el Instituto Nacional de Estadística, disminuyó en 2016 por primera vez en una década) y del descenso de la población con el consiguiente envejecimiento e inversión de la pirámide.

Está claro que hay que modificar las reglas de juego el problema es para los que ahora están en el terreno de juego y en la prórroga, pues les están dando por todos los lados y van a ser los pagafantas (por no emplear una expresión más dura y lupanar) sin comerlo ni beberlo. Y buscando o creando problemas de otra índole no se va arreglar este.

En este último año han sido bastantes los artículos publicados acerca del % de la pensión respecto al último salario en activo y su inevitable comparación con los de los países europeos. Lo que por desgracia, en estos artículos claramente sin mala intención (léase con ironía y hasta sarcasmo), se obviaba era la comparativa salarial y el sistema de cotización de esos países sin olvidar su sistema fiscal y la relación o proporción de los ingresos por cotizaciones e IVA. Y si uno hace la cuenta de la vieja y aplica la regla de tres, que ahora en muchos métodos modernos de aprendizaje de matemáticas está proscrita, a lo mejor resulta que el 50% de mucho es bastante mayor que el 75% de poco. Pero …

Por otro lado es enojante que la inactividad en resolver el asunto se combina con la propaganda de que las personas en activo ahorren y/o inviertan en planes de pensiones y la guinda a este desaguisado la pone nuestro cuatripartito foral con la nueva reforma fiscal, penalizando el ahorro y suprimiendo las ventajas fiscales de los planes de pensiones. Parece una broma de muy mal gusto. Les sangramos doblemente al trabajar (contención salarial y subida de unos puntos en el IRPF), les avisamos que sus pensiones van a bajar sustancialmente del 75 al 50% de su nómina y les chupamos de sus ahorros y planes de pensiones. Además nos olvidamos de favorecer la natalidad y a las familias numerosas les desanimamos por ello. Y para ponerlo fácil a los jóvenes no les contratamos porque no tienen experiencia y a los talludicos tampoco por tener demasiada y no sea que coticen demasiado y halla que pagarles el 100% del 50% de su “!suculenta” nómina.


Vamos que parece que nos ha invitado Juanma López Iturriaga a la gala de ¡Inocente, inocente! Menos mal que estamos en Navidad y pronto llegaran los Reyes Magos y alguien tiene que ser el tonto del haba para pagar el rosco.

Nota: Publicado el 29-12-2018 en Navarra Información y el 05-01-2018 en Diario de Navarra


Cuanta razón tienes Jesús.
PA

Muchas gracias por la referencia
JO

Para que te metes con las pensiones, dejanos!
MA

Muchas gracias por la referencia
JO

Enhorabuena por tu artículo en DN!!!
MJI

Esta vez me ha gustado. Debes escribir sencillo, así, para que te entienda la gente. 
Además citas a Javier, muy bien.
M MA

jueves, 7 de diciembre de 2017

A impuestos nórdicos, gestión nórdica

Entrado el otoño cuando la climatología arrecia, avisándonos del invierno, los “gestores” de las diferentes administraciones, que nos “gobiernan”, presentan, para su debate y aprobación, los presupuestos para el ejercicio, que pronto, va a comenzar.
Voces más experimentadas nos vienen explicando que a veces menos es más, la conocida curva de Laffer; que no hay fórmula mágica para ello, pero que hay que buscar el equilibrio entre impuestos directos e indirectos lo que se traduce simplificando para el contribuyente normal entre IRPF más contribuciones e IVA´s. También advierten que de nada nos vale tener la posibilidad de una fiscalidad propia si lo que hacemos en vez de sacar ventaja competitiva de ella, es ahuyentar a la inversión perdiendo posibilidades de aumentar el empleo y provocar que el ahorro se vaya a pastos más jugosos.
Es curioso lo que podemos denominar el efecto muga, lo que unos predican y llevan a cabo en su lado, justo hacen lo contrario en el otro. Lo que provoca y alimenta la suposición de una mano maquiavélica para conspirar contra nuestra singularidad y especificidad tan en entredicho en los debates de la reforma de la constitución como en el de la financiación autonómica, cuyo melón se partirá a partir de los resultados del 21 D en Cataluña.
De un tiempo a esta parte, y por motivos ajenos a nuestra voluntad, los españolitos hemos tenido que aprender de economía, ¡a la fuerza ahorcan!. Y por ello el debate además de en los plenos se da también en las sobremesas familiares y en los encuentros de amigos y cuadrillas. Así que nos encontramos que cuando alguno se queja de la nueva vuelta de tuerca en la fiscalidad navarra, los afines al cuadripartito, que algunos empiezan a llamar cutrepartito, lo justifican diciendo que “queremos servicios nórdicos pagando impuestos africanos”. A lo que los otros, cercanos a la oposición replican “con sueldos y condiciones laborales chinas difícil sacar para servicios nórdicos”. En medio de la discusión siempre aparece la tercera vía; la de aquellos (minoría) que les gustaría pagar más impuestos, siendo señal de que ganan más. Y que estarían más que contentos teniendo “servicios nórdicos, con sueldos nórdicos y por supuesto con políticos nórdicos”.
Nuestra presidenta se queja diciendo que ella no achicharra, ni asfixia a impuestos a los navarros. Mientras el consejero del ramo se nos desvela como un híbrido entre el sheriff de Nottingham Forest y algún mago de Howards a juzgar por su habilidad para dar cada año una nueva vuelta de tuerca a la fiscalidad.
Sus modificaciones provocan temblores en las carteras de los navarricos de clase media, ya que los de clase humilde ya no pueden ser más exprimidos pues bastante tienen con llegar a fin de mes, en una de las comunidades más caras, con sueldos de mini empleos o precarios; y los de clase pudiente o tienen la posibilidad de contratar a buenos asesores que les exoneran de pagar todo los que les toca o como el capital no tiene sentimientos, ni patria deciden trasladar su domicilio fiscal, algo que se ha puesto de moda, últimamente.
Los contribuyentes y votantes sabemos que la diferencia entre las mal llamadas izquierdas y derechas en la actualidad, salvo extremismos y populismos de reciente aparición, es, aparte de los ajustes fiscales de rigor, sobre todo y especialmente en la gestión de esas recaudaciones.
Y es aquí donde el ansiado cambio más brilla por su ausencia. Ya que lejos de lograr la cuadratura del círculo de los cuentas forales, se opta por la solución fácil de aumentar la recaudación para continuar con el gasto público, sin preocuparse por el déficit. Hecho confesado por el propio gobierno y quienes los sustentan sin el menor asomo de rubor. Pero tras dos años y medio siguen hablando de la herencia recibida, claro que para lo malo.
Lo que enerva a la mayoría es que se nos pida contención salarial, que ahorremos y se nos exija un buen uso de los servicios públicos, y por contra observemos falta de celeridad e incluso cierta permisividad ante las ocupaciones de edificios públicos, además de falta de rigor y seguimiento en la concesión de ayudas sociales como en el reciente caso del que podemos llamar “clan del Tenis”. Mientras la Sanidad no termina de reducir las listas de espera, en Educación las oposiciones y las listas traen de cabeza a los sucesivos equipos, y en Interior resulta que ahora no llegamos a cubrir los servicios, la causa la ley que ellos mismos aprobaron. Podemos seguir con una lista interminable, infraestructuras, medio ambiente, energía, vivienda,....
De ahí que algunos pidan políticos y gestión con estilo nórdico que sean coherentes, buenos gestores y si se les pilla en un renuncio, tengan la gallardía de dejar paso a otros. Claro que para eso hay que tener banquillo o saber fichar, algo inusual en nuestra política, y por supuesto vergüenza.


Nota: Publicado el 09-12-2018 en Diario de Navarra titulado "Más gestores y menos políticos" y en Navarra Información

jueves, 16 de noviembre de 2017

Las amenazas de la democracia

Se le atribuye a W. Churchill que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos, etimológicamente quiere decir gobierno del pueblo. Algunos cofunden la democracia con la república que literalmente quiere decir gobierno de la ley. Es importante está distinción pues hay repúblicas que no son democráticas.
Para complicar este galimatías tenemos el llamado estado de derecho cuyo concepto se le atribuye a Kant y que los ingleses denomina “rule of law” (la regla de la ley). Se entiende por estado de derecho aquella forma de organización política en la cual el ejercicio del poder se encuentra sometido a los parámetros del Derecho, es decir la forma como se ejerce el poder se rige por los mandatos que emanan de un orden jurídico vigente. Frecuentemente los “Estados de Derecho” son además democracias participativas pero no por ello debemos asimilar los términos.
En el momento de escribir estas líneas sendos titulares nos advierten que la democracia está en peligro; de un lado BarakObama de otro Meral Aksener (la llamada “Dama de Hierro en Turquía).
Nos hemos acostumbrado a vivir en democracia pero al igual que la vida ambas precisan de determinadas condiciones y delicados equilibrios para que triunfen y continúen. Ya sabemos lo que pasa con el exceso de CO2, el calentamiento global, etc. Lo mismo con la democracia, los peligros son muchos.
Alfred Croiset advirtió “El enemigo más temible de las democracia es la demagogia” por desgracia son los políticos los primeros en caer en ella. Últimamente lo comprobamos con facilidad y ninguna sigla se escapa de tenerlos en sus filas.
Además la mayoría de los políticos ignoran o desconocen cuáles son su funciones, continuamente vemos titulares y actuaciones en donde se apruebanresoluciones o declaraciones grandilocuentes por los motivos más variopintos, que algunas incluso pueden estar bien, pero la primordial función de estos señores es resolver o por lo menos plantear soluciones a los problemas de los ciudadanos, no aumentarlos, además deben legislar o adecuar la legislación existente a los tiempos actuales y parece mentira pero a juzgar por el trabajo del Constitucional fallan más que una escopeta de feria. Mientras la oposición debe controlar la acción de gobierno y ser la voz de las minorías para evitar posibles abusos de la mayoría, haciendo ver los despropósitos y consensuando las medidas para el bien común.
Otro de los peligros, que acechan a la democracia, es la poca separación e independencia de poderes. Así nos encontramos con jueces sometidos a presiones políticas y de otras instituciones que debieran dar ejemplo de no injerencia. Para más nos aparecen “jueces estrella” con aspiraciones políticas o profesionales, medrando en el escalafón anteponiendo sus interés a los de la sociedad a la que supuestamente sirven.
Otros riesgos surgen de la casi inexistencia de una prensa libre, culta y con público (a ser posible con criterio), el amarillismo de los medios, la esquizofrenia por las audiencias y los índices de ventas, la deformación del periodismo que propicia la visibilidad (excesiva) de algunos intereses que buscan la promoción gratuita e incluso la manipulación de la sociedad y que exacerban los ánimos. “El periodismo tiene una función social y tiene que tener una ética que sirva a los hechosG Lomana.
Sin olvidar las redes sociales con su postverdad y la nueva palabra del año en inglés las “fake news” (noticias falsas), Los postulados sobre la propaganda de Goebbles nunca han estado más de moda.
La injerencia de otros estados (Rusia, China, Venezuela, Arabia Saudí,...) con otros modelos “ademocráticos” que conspiran para que la Democracia sucumba como se está comprobando en recientes investigaciones, curiosamente valiéndose de las redes sociales y de la libertad de expresión que es de dudosa existencia en sus países.
Nuestro sistema educativo hilvanado, ni siquiera confeccionado, para aplastar la inteligencia e igualar en mediocridad con el fin domesticar el espíritu crítico y evitar la indicación de caminos y de objetivos a la sociedad. Y que provoca una falta de cultura, de conocimiento básico, de educación cívica, que permita discernir y distinguir entre conceptos como Democracia, República, Estado de Derecho, Constitución, Consenso y lo que representan. Toda esta “ignorancia democrática” conforma una mayoría silenciosa y temerosa de expresar sus ideas y que cuando se pronuncia lo hace a última hora, tarde y mal; que se contenta con el espejismo de la participación ciudadana a través de las votaciones, porque lo “democrático” es votar, el becerro de oro es la urna y sus resultados, independientemente de que no haya veracidad en ellos. Ya que los sumos sacerdotes de la demagogia se encargan de proclamar el pecado de blasfemia contra el progreso y tildan al discrepante, aunque sea de los suyos, de enemigo público al que hay que purgar o reeducar, al más puro estilo bolchevique o del primer franquismo.

Ya Aristóteles reflexionaba “Cuanto más democrática se vuelve una democracia, más tiende a ser gobernada por la plebe, (...) degener(ando) en tiranía”.

Nota: Publicado en Navarra Información el 24-11-2017
Y en El Blog del Suscriptor de El Español el 23-11-2017



domingo, 5 de noviembre de 2017

Sobre el absentismo laboral

En esta época los consejos de dirección en las empresas elaboran los presupuestos del próximo año, definen objetivos y reajustan sus planes estratégicos a tres, cinco o diez años, si es que los tienen.

Si se ha seguido la prensa, y leído más allá del “procéss”, son varias las noticias que han puesto el foco en el aumento de las bajas laborales, y algunos han querido ver en esto un relajo de los trabajadores provocado por la mejora económica y la supuesta salida de la crisis. Digo bien supuesta pues la semana pasada se publicaba que los afectados por un ERE aún superan el nivel precrisis, por no comentar los niveles salariales.

El absentismo no es un problema únicamente del trabajador por cuenta ajena, tampoco de las empresas es además un problema de la sociedad en general.

Reconocidas empresas han subcontratado estudios a consultorías, seguro que nada baratos, para reducir el problema. Como está de moda en estos informes han realizado estudios comparativos, benchmarking que dicen los entendidos, bien con las empresa del sector e incluso cuando se trata de grupos empresariales entre los diferentes centros. Uno de mis profesores de estadística nos recomendaba no compara peras con manzanas, el tiempo me ha llevado a no comparar tampoco “reinetas” con “golden”, pues unas van mejor para repostería y las otras para la mesa, aunque sobre gustos ya se sabe. Si he llegado a esta conclusión es por pura experiencia, hace unos años padecí una de las primeras deslocalizaciones de una reconocida multinacional, que fue motivo de estudio en las escuelas de negocio, pero un dato que nunca se publicó fue que los rendimientos de uso efectivo de las máquinas de la planta cerrada eran entre un 10 y un 15 % mejores que los de las otras del grupo, pese a su eficiencia en el uso de los medios disponibles, las productividades no eran equiparables la mejor máquina de los agraciados con el desmantelamiento había sido retirada de las otras por obsoleta. Por ello es muy peligroso establecer comparaciones incluso entre centros de una misma empresa cuando no se corrigen ciertas desviaciones inherentes a cada uno.
 
En el caso del absentismo hay que tener muy en cuenta el grado de robotización y digitalización de los procesos, si son eminentemente manuales es muy importante el factor el ritmo de trabajo, pirámide de edad y edad media de la plantilla. Los métodos de control de tiempo se suelen ejecutar en condiciones óptimas y olvidan la fatiga acumulada y la diferente capacidad de recuperación entre operarios de 20 años o de 60. En aras de la competitividad y de su hija putativa la productividad los procesos se han ajustado y eliminado los tiempos de recuperación, y lo que se pretende ganar por un lado se pierde por otro; además los estudios de la cadena de valor han derivado en la subcontratación de tareas “inútiles” incluso con ETT´s y ahora para personas que necesitan una recuperación, una incorporación gradual o que padecen dolencias musculo esqueléticas determinadas y temporales no hay puestos de trabajo que les permitan estar en activo. Por supuesto nada de esto aparece en estos estudios, lo que provocarán el fracaso parcial o total de sus planes de mejorar los índices de absentismo por adoptar medidas poco eficaces, algunas más encaminadas a dar un lustre de cara al escaparate de la responsabilidad “social” corporativa o aún peor para conseguir una buena imagen pública de cara a futuras y próximas negociaciones de convenio.

Ahora con tanta facilidad en el manejo y análisis de grandes datos uno echa en falta que no se hagan estudios por puestos de trabajo concretos, edad de los operarios, características físicas personales que obliguen a posturas inadecuadas, etc., por no añadir la problemática psicosocial de algunos trabajos o entornos de trabajo que se suele obviar pues nadie le quiere poner el cascabel al gato.

Las empresas harían bien en revisar sus protocolos, conozco el caso de un trabajador que no le tocaba hacerse el reconocimiento laboral y tuvo que pedir varios permisos para salir y hacérselo por su cuenta.

También añadir que los trabajadores no somos todos modélicos, en esa amplia banda de grises en las que nos movemos hay un porcentaje de bajas, algunos para su desgracia tienen un motivo psicosomático específico, pero otros, casualmente y la mayoría de las veces, los mismos, habitualmente llegan tarde, fallan algún día al mes, en las mismas fechas del año, etc.

Si se pretende mejorar los índices de absentismo y elaborar un buen plan hay que profundizar y mucho en la idiosincrasia de la empresa; además convendría darle una vuelta al actual sistema de mutuas, pues ya se sabe que quien paga manda. Bastantes veces, demasiadas, se producen situaciones de conflicto de intereses entre empresa, mutua, trabajador y seguridad social. En donde el peor parado es el eslabón más débil, el trabajador, con el añadido de la incomprensión, la pérdida de tiempo y un coste económico que al final lo asume la sociedad y acaba estigmatizando al lesionado.

Gráficos a partir de datos del informe de ANFAC

Nota: Publicado en Navarra Información el 05-11-2017
Y en Diario de Noticias el 22-11-2017

 

Muy buen artículo
MG

sábado, 7 de octubre de 2017

Iglesia por el trabajo decente



El 7 de octubre es Jornada Mundial por el Trabajo Decente impulsada por la Organización Internacional del Trabajo, el movimiento sindical mundial y el movimiento mundial de trabajadores cristianos. Por ello Cáritas, CONFER, HOAC, Justicia y Paz, JEC y JOC, con el objetivo de poner fin a la lacra de la precariedad laboral que caracteriza el actual mercado de trabajo apoyan la iniciativa con «Iglesia por el Trabajo Decente», durante este mes, se convoca en las diócesis del país, gestos y actividades públicas para sensibilizar y visibilizar la importancia de extender en la sociedad y en la Iglesia la defensa del trabajo decente.

La exigencia de trabajo decente no es ajena en la Iglesia. Por citar algunos ejemplos: las encíclicas Rerum novarum del papa León XIII, Caritas in veritate, de Benedicto XVI, Laudato si’ del papa Francisco y en Iglesia, servidora de los pobres, instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal Española.

En el manifiesto difundido con motivo de la Jornada, estas organizaciones recuerdan que el trabajo decente, forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible definidos en la Agenda 2030 aprobada hace dos años por las Naciones Unidas.

Un trabajo decente, afirman, “garantiza un salario mínimo vital, la libertad de asociación sindical, la participación de quienes trabajan en los asuntos de la empresa, el respeto de la negociación colectiva, el respeto de los convenios, la igualdad de trato entre las personas, la salud y seguridad en el trabajo, la protección social de quienes trabajan y de las personas a su cargo, la protección contra el despido, el acceso a la formación y el aprendizaje permanente y el equilibrio entre la vida privada y la vida laboral”.

 “...en España estamos asistiendo a un crecimiento del trabajo precario, que se presenta bajo las formas de la contratación temporal, la contratación a tiempo parcial y el empleo autónomo ficticio”. Esta situación afecta principalmente a las personas más vulnerables, que corren riesgo de discriminación, pobreza y exclusión (personas con capacidad funcional diversa; personas con un origen étnico, religión o creencia minoritaria; mujeres, personas jóvenes -un buen número de jóvenes está abandonando España en busca de mejores oportunidades- y ahora también a mayores de 45).

Se denuncia una remuneración insuficiente para una vida digna, condiciones laborales que dificultan la consecución de un proyecto vital a largo plazo; falta de perspectivas; la vulnerabilidad de la persona ante un retroceso en derechos laborales y un entorno laboral que atenta, en muchos casos, contra la salud e integridad del trabajador son el rostro visible de una economía al servicio del capital, donde la persona es un mero instrumento que sirve y es utilizada en función de los intereses que marca el mercado. “Esta concepción, en cuanto no pone a la persona y su dignidad en el centro, es contraria al proyecto del Reino de Dios y no puede ser, en ningún caso, aceptada desde una mirada cristiana de la vida”.

Las organizaciones impulsoras de «Iglesia por el Trabajo Decente» también proponen una serie de medidas encaminadas a luchar contra la precariedad y defender el trabajo decente:

·         Luchar contra el trabajo no declarado, la economía informal, el fraude fiscal y los paraísos fiscales.
·         Establecer una sólida base jurídica de derechos laborales, implicar a los interlocutores sociales y los comités de empresa en el lugar de trabajo y reforzar la inspección laboral y la jurisdicción social.
·         Apostar por la creación de empleo de calidad, garantizar los derechos en el trabajo, la protección social y el diálogo social así como la igualdad.
·         Fijar salarios e ingresos dignos y suficientes. Quienes trabajan deberían poder acumular, con sus cotizaciones, ingresos que garanticen una seguridad en situaciones como el desempleo, la enfermedad, la edad avanzada o las pausas en la vida laboral para el cuidado de hijos u otras personas o para la formación.
  • Establecer una Garantía de Capacidades que permita apoyar trayectorias profesionales que posibiliten la adaptación a las diferentes situaciones que una persona puede verse obligada a afrontar durante su vida a través, en particular, de la formación profesional permanente.
  • Garantizar la igualdad de remuneración entre hombres y mujeres mediante una respuesta global dirigida a reducir el trabajo precario y una cobertura adecuada de seguridad social. Se debe combatir la discriminación contra la mujer, la brecha salarial, el techo de cristal, el acoso psicológico y el acoso a las empleadas embarazadas.
·         Apostar por condiciones de trabajo dignas para todas las primeras oportunidades de experiencia laboral de jóvenes, como períodos de prácticas, de aprendizaje o cualquier oportunidad en el marco de la Garantía Juvenil.
·         Incrementar la inversión pública y privada que conecte los mercados financieros con los mercados productivos.
·         Acompañar a las personas en situaciones donde la ausencia del trabajo decente provoca inestabilidad, sufrimiento y falta de horizontes vitales, propiciando respuestas individuales y colectivas que alumbren caminos de esperanza.

Cerca de 200 entidades de Iglesia y organizaciones sociales se han adherido ya a la iniciativa (http://www.iglesiaporeltrabajodecente.org/declaracionitd/adhesion/) Asimismo, se ha creado el hashtag #Iglesiaporeltrabajodecente para fomentar la jornada a través de las redes sociales. ¡Anímate y únete, también!.



Nota: Publicado en Diario de Navarra el 07-10-2017 con el titulo "Por un trabajo decente"
Publicado en Navarra Información el
07-10-2017

Publicado en Diario de Noticias el 15-10-2017


 
Ya te he leí en la prensa  
PA 
Muy bien, ya te vimos en la prensa 
JAPB, AA, CA