Los
días se convierten en semanas, las semanas en meses, estos en
estaciones y llegamos a otro equinoccio. Y así de equinoccio a
equinoccio cambio la hora porque me toca. En un ciclo sin fin cuan
Sísifo con su piedra.
Estamos a punto de cumplir cuarenta años con esta práctica que supuestamente consigue un ahorro energético.
Es
muy posible que hace cuatro décadas, con el modelo productivo y
energético de entonces se ahorrase algo. Pero hoy en día las cosas han
cambiado. Gran parte por no decir la mayoría de las fábricas trabajan a
dos y tres turnos. Además las oficinas y otros servicios (tiendas,
supermercados, etc.), bien por su construcción y diseño, o bien porque
el trabajador y el comprador puedan ver bien y realizar su quehacer
están siempre con las luces dadas.
En
cuanto al llamado ahorro del hogar a juzgar por el estudio de mis
facturas no parece que el ahorro sea significativo debido al cambio de
hora. Y siendo familia numerosa estamos pero que muy preocupados en
ahorrar. Lo mismo cuando pregunto a mis allegados y conocidos ellos
tampoco notan dicho ahorro en sus facturas. Debemos ser una panda de
mastuerzos y derrochadores de energía y eso que los hay de todo tipo y
condición en el espectro político-económico y social, incluso el que
milita en Equo o el alcalde de una conocida localidad de la montaña que
está pero que muy preocupado en estos temas, en promover su población y
evitar su despoblación, si todos los políticos siguieran su ejemplo otro
gallo nos cantaría.
Por
ello no deja de ser llamativo o cuando menos singular que justo ahora
que se va a efectuar el cambio de hora es cuando se produce un
abaratamiento de la luz en un 6,7 % a partir del 1 de abril.
Ya sabemos lo que los oligopolios llegan a maquinar, véase el efecto lunes en los carburantes.
Por
no decir que hay que ser todo un ingeniero y con master en energías
renovables para entender la factura de la luz y el gas igual da que la
tengas con Iberdrola, Endesa o cualquier otra. Además de tener una
paciencia que ni el santo Job por el hecho de que cada dos por tres o
bien te llamen a casa o al teléfono para insistir que te cambies de
compañía. Lo curioso del caso es que muchas veces son de la misma con la
que tienes el contrato los que vienen a preguntarte como está tu
factura y que descuentos tienes. Es sorprendente que en la era de la
tecnología y la informática ellos no sepan cómo te tienen a ti. Y además
presuman en sus anuncios de la aplicación de esa tecnología y de la
constante innovación en sus empresas.
Son
numerosas las voces que insisten que los supuestos beneficios del
ahorro, si es que los hay, y que lo pongo muy en duda por lo
anteriormente comentado, son menores que los numerosos perjuicios que
sufrimos en nuestra salud y en el cambio de nuestros ritmos circadianos.
Que bastante tocados están por el ritmo de vida que nos exige el
sistema. Además cada vez aumenta el número de personas que piden que nos
adecuemos al verdadero valor de la hora solar, pues en el llamado
horario de invierno vamos una hora adelantados con respecto al Sol y en
del verano que ahora vamos a estrenar son dos las horas de adelanto.
El
hombre, no me refiero al género masculino, como especie, es el único
animal que no se adapta al medio sino que por el contrario lo adapta a
sus necesidades. De ahí nuestra perplejidad cuando la naturaleza nos
muestra su cara menos amable, desbordamientos de ríos e inundaciones,
movimientos sísmicos, etcétera. Pero ya va siendo hora que pensemos
también no como individuo sino como especie en nuestro futuro y
conservemos el entorno y vivamos más acorde a él.
Es
el momento de una vez por todas de elaborar una política energética
consensuada y no cambiante según quien gane las elecciones o atendiendo a
las presiones de los distintos grupos de poder y presión. La energía es
uno de los sectores estratégicos de un país y no puede funcionar como
una veleta y menos en este sistema y con una sociedad que cada día
precisa conectar más cachivaches a la red.
Pero
mientras nuestros prohombres y mujeres de la patria se deciden a
ponerse de acuerdo en algo, los ciudadanos bailaremos al brillo de las
velas el bolero de “reloj no marques las horas…” y disfrutaremos de nuestro particular déjà vu otoñal.
DN 31-03-2013
Nota:
El Jueves Santo se nos ha informado que el ahorro para los pamploneses
es de 370.000€, vamos no llega ni a dos euros por cabeza.
Nota: Publicado el 29/03/2013.
Ví tu artículo en Diario de Navarra sobre el cambio de hora, tienes que actualizar la foto.
¿Tienes mucha llegada en Diario de Navarra?
Publicar en la página de editorial y con foto no creo que lo puede hacer cualquiera.
RGS
Acabo de visitar tu blog y me he puesto al tanto de tu vida.
Apasionante , no has parado!!!!!!! y con familia numerosa!!!!!!.
Eras inquieto entonces y desde luego has aprovechado el tiempo.
RO
He visto por encima tu Blog.
He leído tu currículum y algo más.
Enhorabuena por haberte "reinventado" y haberlo puesto allí.
No sabía que escribías artículos ni que los publicarás en DN.
AC
Enhorabuena por tu escrito en el Diario de Navarra, ya eres todo un columnista, con foto y todo!!
MAZ
Ví tu artículo en Diario de Navarra sobre el cambio de hora, tienes que actualizar la foto.
¿Tienes mucha llegada en Diario de Navarra?
Publicar en la página de editorial y con foto no creo que lo puede hacer cualquiera.
RGS
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Apasionante , no has parado!!!!!!! y con familia numerosa!!!!!!.
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RO
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Enhorabuena por haberte "reinventado" y haberlo puesto allí.
No sabía que escribías artículos ni que los publicarás en DN.
AC
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MAZ
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