Vuelta
a la cotidiana rutina, septiembre y comienza el cursoescolar/académico. Los medios, radio y prensa nos bombardean con
números, cifras y estadísticas que cada cual lee o interpreta según
su interés.
Unos
se fijan en el peso de la red publica, pero se olvidan que los
docentes de la concertada en términos de estricta competitividad
superan a los funcionarios, pues cobran menos y trabajan más horas
lectivas. Una discriminación que ningún gobierno ha subsanado, pese
a que pagan las nóminas de esos enseñantes.
Otros
ponen el foco en los controvertidos modelos lingüísticos, A, G, B,
D y el “famoso” PAI. Otros en la pirámide escolar, infantil,
primaria y secundaria. Hay quienes se preocupan por cuentos alumnos
continúan por el bachiller u optan por la FP pero seguimos sin
implantar una FP dual por completo. A la vez que cada vez más pronto
se pide a los alumnos que elijan y se encarrilen en una apuesta de
incierto futuro hiperespecializada.
Hay
quien se molesta en sacar % por sexos y opciones. Y otros se fijan en
la cantidad de docentes interinos, y muchos se preguntan porque no
salen entonces más plazas en oposición. También nos enteramos que
los docentes mayores de 55 se pueden reducir la carga lectiva de
trabajo. No estaría mal que los sindicatos defendieran propuestas
similares en otros sectores.
Y
vuelve la polémica de los libros de texto, los editores se quejan de
que los títulos se han
duplicado
en una década
en parte por la LOMCE y
denuncian bastardos
mecanismos para que los manuales digan lo que los distintos gobiernos
autonómicos quieren, independientemente de lo que la ciencia
descubre. Claro que no se quejaban cuando modifican “cosméticamente”
los textos y así no valían para el siguiente hermano.
También
vuelven los estudiantes universitarios junto con sus escandalosos
fiestas.
El
recurrente tema de los abusos (escolar y sexual) está en boca de
todos y la Fiscalía General del Estado quiere poner cámaras en lasaulas. Es
curioso todos nuestros políticos de cualquier signo se declaran
contra los abusos pero luego son los primeros que se remangan para
excluir y no hablarse
con
unos
u otros. Mal ejemplo para erradicar
los abusos.
No
hace mucho septiembre era conocido y temido por sus exámenes, de
segunda oportunidad o convocatoria, pero eso paso a la historia. Mas
parece que nuestros políticos no se han enterado.
Tenemos
a Sánchez intercambiando chuletas con Iglesias, pero
todo apunta a
que
quiere
repetir elecciones,
con la esperanza que ésta
vez los
resultados le sean
más favorables. Así
pueda epilogar su Manual de Resistencia con la frase de elección en
elección hasta la Moncloa por hastío del respetable. Ya
son muchas
las voces, como la
de Andrés
Aberasturi en su artículo Que se vayan todos, y es que cada vez más
estamos de acuerdo con la tesis de Alain
Deneault,
filósofo y autor de
Mediocracia,
cuando los mediocres llegan al poder
(Ed.
Turner), en
donde analiza
cómo las mediocres aspiraciones que invaden la sociedad están
provocando ciudadanos cada vez más idiotas. «La
mediocracia nos anima de todas las maneras posibles a amodorrarnos
antes que a pensar, a ver como inevitable lo que resulta inaceptable
y como necesario lo repugnante».
Y
pone el ejemplo el
sistema no quiere a un maestro que no sepa ni usar la fotocopiadora,
pero menos aún aceptará a un maestro que cuestione el programa
educativo tratando de mejorar la media.
El
docto sr. Sánchez, no ha terminado de implantar las medidas de los
viernes sociales: los viajes del Imserso están en el aire, las cuentas no le salen al sector y algunos
hoteles están valorando en volver a cerrar los mismos por invierno,
como antaño, la famosa
medida del control horario de la jornada laboral todavía no ha
mejorado la vida de muchos trabajadores, y
ahora
propone que le salga gratis la carrera a las féminas que cursen estudios
de ciencias.
Una
medida pero que muy social, de manera que el obrero que tiene un hijo
en la Universidad además debe costear con
sus impuestos la
carrera de ingeniería de la hija del dueño de su empresa. Esto
debe
ser el socialismo 4.0. Personalmente
me quedo con la
versión 1.0
que
propondría aumentar
las becas y costear la carrera a los estudiantes menos favorecidos
económicamente
y que además tuvieran
buenos expedientes. Pero
esto no es “progre”.
En
Navarra
Maria Chivite
nos ronda con
la devolución del IRPF a las madres trabajadoras, pero Uxúe
no lo ve y todo queda a la
espera
de una
decisión
judicial. También
está pendiente la elección del senador autonómico que da para un
sketch
del casposo Benny Hill al
que hay que añadir la puerta giratoria que va de la alcaldía de
Tudela a la Dirección General de Vivienda.
Con
este panorama a nadie le extraña que España sea el más infeliz deEuropa, menos mal que siempre nos queda la
fuerza, la
convicción y el afán de superación de
Rafa Nadal.
¡VAMOS!
Nota:publicado el 13-09-2019 en Diario de Navarra
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