Hoy
en día vivimos muy preocupados por una serie de palabras que muchos ni
siquiera saben lo que significan, debido a que son extranjerismos o más
comúnmente llamados trolls. Me refiero al “fishing”, “bulling”, “ciber-bulling”, “mobbing”, etc. En nuestras lenguas tenemos palabras para ello como acoso, abuso, o en euskera “escola, laneko,…-jazarpena”.
Se habla mucho de ellos, y hay noticias alarmantes como el reciente
caso de Amanda Todd. Pero a nivel individual poco cambiamos nuestras
conductas y nuestro nivel de atención ante estos desagradables hechos. Y
es más ni siquiera los reconocemos cuando los vivimos desde la barrera.
No
hace mucho y aún colean en los medios una serie de casos de acoso que
se han dado sobre personas famosas en nuestro deporte. Empezaron como
culebrones de verano y no acabarán hasta que se diga basta ya. Me
refiero a las “noticias” sobre Mourinho, Bielsa, Javi Martínez, Llorente
e Iker Casillas. Cada uno en las formas y el origen son distintos pero
en el fondo todos son lo mismo ACOSO.
En
el caso de Mou su origen puede ser una táctica para liberar de presión a
sus jugadores, pero ha llegado hasta el punto de que no puede ir a ver
jugar a su hijo porque la gente, la masa, la turba (“mob” en
inglés) se meten con el chaval (un menor) lo insultan y le hacen la vida
imposible mientras intenta pasar un rato haciendo deporte.
El
otro caso es el del Athletic de Bilbao en sus dos variantes jugadores y
entrenador. En el caso de los jugadores por el hecho de querer
progresar profesionalmente. Algo en principio loable pero claro cuando
eso se da en tu casa no gusta. Pero en el asunto de Llorente llega a ser
más sangrante por un lado por su situación de continua incertidumbre y
presión hasta el 30 de Junio y por otro la actuación del seleccionador
que en horas bajas de otros compañeros les ha convocado para darles
moral y ayudarles en sus recuperaciones psicológicas y físicas y sin
embargo a él se le está ninguneando ese apoyo en su soledad. No sé si
por falta de empatía o vista del sr. Marques o por algún otro asunto que
se nos escapa a los simples ciudadanos.
Por
suerte para Bielsa el tiro les ha salido por la culata, amparándose en
el mote por su carácter, se le ha hecho una campaña de derribo,
incluyendo grabaciones de sus conversaciones de vestuario. Pero esas
filtraciones han demostrado que es una persona muy honrada con su
trabajo y un casi un padre para los jugadores a los que les puso los
pies en el suelo, les dio una lección sin levantar la voz, diciéndoles
verdades como puños y llamándoles lo que son “millonarios prematuros”;
y todo esto cuando no sabía su futuro laboral inmediato. Sobre todo
este culebrón, digno de una telenovela, solo he oído a un periodista
decir una buena frase y es que “en la comodidad se vive mejor y que el esfuerzo requiere sacrificio”.
Y este es el mal que está carcomiendo nuestra sociedad y el fondo de la
crisis que vivimos. Deberíamos hacer nuestra la frase de Johann
Friedrich Von Schiller “Cuanto más alto coloque un hombre su meta, más crecerá”.
Por
último está el tema de Iker Casillas, al que últimamente se le pone en
duda su profesionalidad y buen hacer. Y que solo su compañero, Albiol,
que no tiene nada que perder a estas alturas del partido, se ha atrevido
a insinuar la causa de esta campaña contra el cancerbero. El maldito
balón de oro.
Lo
alarmante de estos casos es que en principio son personas privilegiadas
en nuestra sociedad y momento actual, y que nadie los ha identificado
como casos de acoso laboral.
Por
todo ello me preocupo más, ya que me planteo ¿y si esto les pasa a
ellos, qué no le pasará al celador del Hospital, al profesor del
instituto, al maestro de colegio, al estudiante de 3º de ESO, al
operario de una fábrica,…,al ama de casa?.
Todos debemos denunciar estos actos y no participar pasivamente, aunque sea como meros espectadores de ellos.
¿Quién será el próximo, quizá usted querido lector?.
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