Estamos en el período de Navarra
en fiestas pero eso no impide que los datos del paro se publiquen con su
machacona periodicidad. Los últimos datos han servido para que el presidente de
Gobierno, sacase pecho en un intento de mejorar su imagen tras su paso por la Audiencia
Nacional. Mientras nuestro gobierno foral y “floral” como salía peor parado en
las mismas, decide tirar de cortina de humo y echarse flores. Primero el
consejero presume de “éxito” en la reforma fiscal por aumento de recaudación.
¡Faltaría más! si nos han subido los impuestos y bajado las deducciones, para
que luego no aumentase la recaudación. Al día siguiente para rematar la señora
Barkos realzaba la “gestión y estabilidad de su gobierno”, haciendo válido el
refrán de “dime de que presumes y ...
Los expertos nos inciden en que
para interpretar los datos hay que ver las tendencias y no las fluctuaciones, a
veces puntuales y hasta no significativas (unos pocos cientos o miles al alza o
la abaja) pero que se lo cuenten a los afectados. A ver si es lo mismo no ingresar
a tener una nómina, aunque ésta sea de tres dígitos.
Es cierto que macroeconómicamente
mejora la situación general y que ya hay voces (gobiernos –nacional y
autonómicos- e incluso algunos miembros de las patronales) que abogan por la
subida de salarios; los trabajadores siempre la pedimos. Sin embargo, observo
que todos se congratulan pero en la realidad nada ha cambiado, y me refiero al
modelo económico de nuestro país.
Estudiando los datos comprobamos
que el aumento de contratos coincide con momentos puntuales, el verano y
campañas comerciales (Navidades, Rebajas, etc...). Además los contratos son ensu mayoría temporales y de corta duración. Y si además los cotejamos con el
aumento de “emprendedores” (léase con ironía), ya que son autónomos. Podemos
concluir que casi nada ha cambiado. Seguimos apostando por el turismo y la
hostelería, a pesar –ya hablaremos de esto- de los majaderos que ahora se
dedican a la nueva kale borroka o micro terrorismo urbano contra el mismo. Se nos
alegra la cara cuando en el perfil urbano aparecen grúas que anuncian
movimiento de ladrillo, cuan cigüeñas por San Blas y golondrinas por abril
presagiando una bonanza climatológica, que parece no durar más que un par de
días. Y así tras oleadas de calor y nuevas y sucesivas encuestas del INE,
población activa, SEPE (que ahora es como se llama al INEM) etc.., comprobamos
que los olvidados en los perfiles de contratación son los jóvenes, las mujeres
y los mayores.
Los dos primeros grupos tienen
quienes los defienden, pero a los mayores les pasa como aquel personaje de
García Márquez que nadie les escribe. Algunos se les llena la boca pregonando
los beneficios y virtudes de la experiencia (de hecho es la excusa para no
admitir a los jóvenes), pero la cruda realidad es que se la sopla, hablando mal
y rápido. Pero ¿qué es o significa “mayor”, dónde está el límite?, veo con
horror que en un titular televisivo llaman anciano a una persona de 51 años. Y
me acuerdo de esta frase del actor y
político Schwarzenegger “Viejo sí, pero no obsoleto”.
Pensando un poco uno llega a la
terrible idea de que algunos lo quieren así para abaratar las pensiones. Las
jóvenes no encuentran trabajo y así tendrán que trabajar hasta los 67 o más y
los mayores tampoco lo encuentran y así sus años de cotización no se
incrementan abocándoles a una micropensión. Todo ello gracias a Rodríguez
Zapatero que se cargó el pacto de Toledo, al congelar las pensiones y a Mariano
Rajoy que las incrementa un 0,25%. ¡Vaya pareja! Y todavía queda mucho siglo
por delante, si los que vienen son como estos ....
Creo que he tenido un mal
despertar de la siesta que además ahora nos la quieren prohibir desde Europa;
al paso que vamos dentro de poco tampoco podremos beber ni en botijo ni en
porrón. ¡Qué pena de país! Voy a ver si despeja y podemos observar las
Perseidas o lágrimas de San Lorenzo, si la contaminación lumínica nos deja. Al
menos el cielo llora.
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