A nuestro exseleccionador de fútbol, Luis Aragonés, “Zapatones”,
una vez le pidieron que definiera dicho deporte y contestó con el consabido
“ganar y ganar y volver a ganar”. Nuestros políticos dolentes de ofuscación y enajenación,
y especialmente de falta de entendimiento y ganas de consenso, nos redefinen
democracia como “votar y votar y volver a votar”. Y aquí estamos padeciendo una
interminable campaña, aunque oficialmente sea la más corta nunca sufrida, pero
que tras el debate apunta a no ser la última.
Tengo una pregunta para la Junta Electoral, de que sirve abrir
expediente sancionador por “dopage electoral”, caso de la entrevista en La
Moncloa a Sánchez apropiándose de la “escenografía institucional”. No sería mejor
hacer como con los deportistas tramposos, inhabilitarlos inmediatamente para
dos años.
Ahora se acercan a los abuelos, cuando el resto del año ni se
acuerdan de las pensiones, convierten el pacto de Toledo en papel mojado y
postergan cualquier decisión al respecto, para convertirlas, ahora en campaña,
en ocurrencias electoralistas y amarre de votos.
También, cuan Rey Mago en el día de la cabalgata, se sacan fotos
con niños llorosos, pero la mayoría de ellos, si les preguntas por quién es
Giner de los Ríos, te dirán que es el sustituto entrenador del penúltimo
destituido. La reforma educativa es tan tópica como la reforma agraria, la
política hídrica y la “mítica”, como dicen ahora los jóvenes, política
energética. Todas ellas pendientes.
Por no hablar de las mujeres, de estas se acuerdan algo más,
debido a los tristes titulares semanales. Eso si el “no es no” está en boca de
todos. De manera que, al unísono, independientemente de las siglas, parecen
abogar por el “ménage à trois” en las relaciones sexuales heterosexuales
incluyéndonos al taquígrafo como tercer elemento. Parece que en las relaciones
homosexuales, lésbicas y transexuales no se producen también abusos. Se olvidan
de que el respeto al otro es lo principal en cualquier relación interpersonal.
Sin embargo, son los primeros en incumplir con el ejemplo y se niegan darse la
mano tras un debate, Aitor Esteban del PNV se la niega a Espinosa de los
Monteros, Vox, quizá por verse reflejado como si se mirase en el espejo de
Blancanieves, que nunca mentía.
Lo que si está cambiando y en lo que todos coinciden es en la
clasificación de los 40 principales insultos, los eternos “joputa” y “cabrón”
se han visto relegados por, tercer lugar ”feminazi”, segundo lugar “machirulo”
y primer e indiscutida posición “facha”. Es la ofensa de moda. Así como tenemos
productos ”commodity” (de conveniencia) hemos innovado los improperios con el
insulto de conveniencia, lo mismo vale para un descosido que para un roto.
Mejor no entrar en materia económica, los eufemismos del
lenguaje políticamente correcto, llegan al sonrojo pornográfico del espectador
votante. Lo peor es la desfachatez y poca vergüenza conque algunos (Alzorriz,
puede servir de ejemplo), anuncian que los costes salariales de las nuevas
organizaciones de las estructuras internas de Gobierno, es decir, las nuevas
consejerías y direcciones generales, asesorías y sillones para nuevos socios de
gobierno, familiares y amigos se sabrán al cerrar las mismas.
Vamos, empezar la casa por el tejado. Primero compramos y luego
preguntamos el precio. Como no nos llega, aumentamos el déficit, nos
endeudamos, justo pagamos los intereses de los préstamos, no reducimos deuda,
sino que la aumentamos y para resolver el lío, la solución es la continua y
sostenida reforma fiscal apelando al mantenimiento del bienestar social. Pero
si por favor pidiendo respeto institucional. Precisamente el que nos faltan a
la inteligencia de los paganos ciudadanos. Alguno debiera responder que pasa
con las horas de uso del helicóptero del 112, si son para rescates o para
formación de una futura e innecesaria unidad de rescate Foral que sustituya a
la ya eficiente y preparada de la Guardia Civil, por qué no hay comunicación
entre policía foral y otros cuerpos de seguridad (reciente carta del Sr. Acosta,
y no es la única), por qué el transporte sanitario desde 2015 ha subido un 30%,
qué pasará con los puestos de trabajo al recuperar la gestión pública el
servicio de transporte sanitario, por qué se exigen menos horas de formación a
los bomberos forales que van en ambulancia que a los trabajadores de las
empresas de ambulancias, si las funciones son idénticas. Y así con todo.
Pero en campaña todo vale. Lo siento, pero democracia no es
votar cada tres meses, también es pedir responsabilidad, exigir correctas y
honradas gestiones, pedir soluciones a los problemas de los ciudadanos, digo
bien ciudadanos y no súbditos, ni vasallos que es por lo que nos toman los
nuevos dictadores salidos de las urnas.
No crear problemas de convivencia, ahora entre los amigos y
familiares no se puede hablar de la famosa terna coloquial, ni de política, ni
de fútbol, ni de mujeres. Y dentro de poco ni del comodín del clima, pero esto
tema lo dejo para otro día.
Nota: Publicado el 09-11-2019 en navarrainformación.es
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