Compuestos
y sin novia nos hemos quedado, tras la derrota de Nadia Calviño para presidir
el Eurogrupo. Y ahora, ¿qué? Nuestro presidente Pedro Sánchez debiera
explicarnos mejor lo que ha pasado, no vale un lo hemos intentado y no ha podido
ser. La culpa no la tiene el otro Pedro, Casado. El responsable es Sánchez al
no saber jugar a naipes.
En las
altas negociaciones hay que ser un buen jugador de mus. A España se nos caló
sin acabar de repartir las cartas en la última baza. Apostamos por la grande
(Alemania, Francia, Italia) y el juego viendo que íbamos de mano y más al
descartar a Arancha González Laya en su carrera por la silla de la Organización
Mundial del Comercio. Y resulta que nos han ganado haciéndonos una zaragozana y
en el definitivo tanto. La chiquita (los llamados frugales: Holanda, Austria,
Dinamarca y Suecia) y unos pares pequeños (los países del este) suman especialmente
en los momentos cruciales, tras la retirada en la segunda vuelta del
luxemburgués Gramegna, ha sido el indeciso irlandés Donohoe, que dudó hasta el
último momento en presentarse. el que se ha llevado el gato al agua.
Ahora el
necesario acceso a los llamados fondos de Nueva Generación (750.000 millones)
que se repartirán el 18 de julio se presume lejana y el objetivo es llegar a
los 140.000 millones preasignados como suelo, Pero muy posiblemente con unas
condiciones menos ventajosas, por decirlo con política corrección.
El presidente
Sánchez debe explicarnos a todos los españoles y muy especialmente a los aproximadamente
7% de autónomos y 29% de asalariados no funcionarios como van a ser sus
cuentas, pues son este 36% de la población los que soportan al resto de la
población, y que además ven peligrar sus futuras pensiones. No incluyo al 8-10
% de funcionarios porque, aunque estos aportan, en realidad la totalidad de su
salario sale de los otros y de los impuestos a las empresas.
Todo el
plan de reformas, verdes, digitales, tecnológicas que pretende impulsar el
gobierno bicéfalo y bifálico de Pedro y Pablo, depende del reparto de estos
fondos.
No ha
ayudado en nada a Nadia, a pesar de su brillante curriculum, el escándalo de
nuestro vicepresidente con la prensa a cuenta de la tarjeta telefónica de su
asesora Dina. Tampoco las declaraciones de su principal valedor, Pedro Sánchez
al declarar al Corriere della Sera
que "jamás se planteó" pactar con el PP alegar que no lo haría
"porque eso es lo que hundió al PASOK", en Grecia. Si a esto unimos
el descontrol
del déficit público en 2019 a pesar de que la economía española
crecía.
Tampoco
ha sido la mejor carta de presentación para Calviño que ya en plena
desaceleración, se anunciará la derogación de la reforma laboral, sin haber
pactado con los agentes sociales nada. Si sumamos en la cuenta que, sin
presupuestos diseñados, ni aprobados se suben las pensiones, los sueldos a
funcionarios y guardias civiles y se aprueba de manera estructural el Ingreso
Mínimo Vital, cuando hay que pedir dinero a Europa para cuadrar la caja.
El futuro
se ve oscuro pues Charles Michel, presidente del Consejo Europeo quiere
endurecer las exigencias a España e Italia y lo ha manifestado: ”Una cuestión esencial es el
vínculo entre el Fondo de Recuperación y las reformas que deben ponerse en marcha en los diferentes Estados miembros".
El
irlandés Donohoe ha prometido ejercer de puente entre Norte y Sur pero lo
cierto es que ha sido apoyado por los países frugales para frenar las
propuestas de Macron de una mayor integración en la eurozona, Además ha vetado
la famosa tasa Google.
Pocos y
retorcidos mimbres para hacer una cesta para recoger caracoles a mitades de
julio en Estrasburgo. Y septiembre pronto llegará con los presupuestos a examen.
Los
rebrotes no ayudan tampoco a dar una imagen de seriedad y control a pesar de
las medidas de confinamiento y obligatoriedad de uso de mascarillas con
limitaciones geográficas en una época de numerosos traslados.
Los
mensajes contradictorios del presidente Sánchez de que hay que gastar, pero a
la vez anuncia una reforma fiscal no ayudan a la tranquilidad de los españoles;
bastantes todavía de Erte, otros en el paro y muchos esperando aún a cobrar su
prestación solicitada a mitades de marzo.
Así que
la citas con Merkel, con el holandés, y además liberal, Mark Rutte y con el sueco Stefan Löfve.
Este último socialdemócrata pero que no apoya un fondo de recuperación con más
transferencias que créditos, se presumen cruciales y harto difíciles.
El
escándalo del rey emérito resta y las más que probables salidas de tono de los
ministros de Podemos en estos días previos y los resultados de las elecciones
del País Vasco añadirán más presión a la olla de la negociación. Quien dijo que
en un verano sin fiestas no pasaría nada.
Nota: Publicado el 11-07-2020 en navarrainformacion.es
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