Anualmente
y desde distintas organizaciones se suele elegir la palabra del año.
Si esto lo aplicásemos a nuestro microuniverso ombligista de
Pamplona y su comarca y al período de la legislatura que se acaba,
sin ninguna duda la palabra elegida es “amabilización”.
“Palabro” fruto de este moda de bambismo que nos envuelve y que
aplica cualidades humanas a cosas y animales. Bueno no a todos,(sólo
a las mascotas y animales domésticos y a los que nos caen
simpáticos, aunque
sea a través de Disney como las ratas, que son salvadas por los
bomberos en Alemania,
y aquí se decide no ser agresivos en las desratizaciones)
que
se lo digan a los lobos, osos y culebras que para su desgracia copan
titulares nada amigables estos días. Nos
olvidamos que todos los seres vivos tienen su función en su habitat
y que si debiéramos estar preocupados por sus estadísticas de
victimas mortales anuales, los primeros son los mosquitos y los
segundos los humanos
(https://www.elespanol.com/ciencia/ecologia/20190426/animales-matan-cerca-crees/393461122_0.html?fbclid=IwAR0QMa-svCJUq3d0h9sTf9Ha8wmFYTwuQZ6t0kfeQhOYe5DBcQnhoRr5zgk
),
hecho
que nos
lo
advirtío
Plauto
en su obra Asinaria y popularizó
el filosofo Thomas Hobbes en el siglo XVII.
Pero
volviendo al tema, las ciudades deben ser cómodas, confortables,
habitables
y limpias. “Amabilizar” se ha convertido en un cóctel
de chapuza urbana, aceras
hormigonadas, perdida
de aparcamientos, guerra contra los coches, especialmente si son de
gasoil, discusiones
entre ciclistas, peatones y conductores y lejos de mejorar la
convivencia ha
aumentado la tensión política. Es cierto que todavía hay personas
que cogen el coche para comprar tabaco en la esquina pero las cosas
se pueden hacer mejor.
Sin
embargo
para tener una ciudad más habitable, hay que pedir que los dueños
de las mascotas recojan sus defecaciones y
las lleven con correa y bozal en los casos que señala la ley,
que los fumadores no tiren las colillas al suelo, son tan
contaminantes o mas que los plásticos, que las papeleras no son
adornos urbanos y que las cáscaras de pipas son biodegradables pero
que no se deben tirar al suelo y dejar los alrededores de los bancos
como
una
pocilga. Los
coches llevan intermitentes para avisar con antelación de la
maniobra, no son patentes de corso, ni extras del vehículo, y que
las rotondas tienen también carriles. A los ciclistas hay que
respetarlos,pero estos como vehículos, deben señalar sus giros, no
utilizar móviles, ni auriculares y zizaguear según les conviene del
carrilbicil, a la acera o la calzada en función de la fluidez del
trafico o del color del semáforo. Y
lo mismo
para los
patinetes.
Hay
que conjugar la sostenibilidad con la movilidad. La tecnología 4.0
,y el big data debieran aprovecharse para mejorar los recorridos de
las
villavesas,
flexibilizando sus
frecuencias
en
función
de las horas
y los desplazamientos más utilizados, rediseñando las líneas y
facilitando trasbordos. No sería mas lógico que ,como en el caso de
Cordovilla, se usarán
microbuses lanzadera con frecuencias más cortas que acercasen a los
vecinos algún punto de Iturrama para facilitar su trasbordo, en vez
de autobuses grandes con una frecuencia de una hora. Optimicemos los
recursos pero no planteemos
soluciones de macrourbes, como un metro, que sería inviable en
nuestra ciudad.
La
gentrificación del centro no debe ser sinónimo de zona sin limites
de decibelios, las 24 horas del día. Ni
tampoco ocupación a la carta.
Pamplona
es la única ciudad donde los puentes, pasarela
y ascensor en este caso, no
sirven para
unir dos
puntos sino
para ser utilizados
como
arietes en la confrontación política, mientras los usuarios pagan
la factura.
La
famosa pasarela, como los ascensores, pueden que estéticamente no
gusten a todos, sobre gustos no hay nada escrito, pero son o
eran funcionales
y útiles. Sin embargo hemos decidido dejar
que se deteriore y retirarla. En la casa de un particular si un
electrodoméstico estando en garantía, se estropea uno llama al
servicio técnico y al seguro, pero no decide, llamar a los traperos
para que se lo lleven y se queda sin lavadora.
Estamos
en campaña electoral
para las municipales y aunque algunos se empeñen, no son una segunda
vuelta, pues todos nos conocemos y muchos votarán
a la persona y no a las ideas. Siempre y cuando su honestidad
sea demostrable.
Sorprendentemente
hay candidatos que se presentan y no viven en la circunscripción
para lo que se postulan, algo que no debiera estar permitido, pues
sus decisiones no les afectarán
en su vida
diaria.
La
coherencia es un valor en desuso.
Se
habla mucho de la cultura del encuentro, pero oyendo estos días a
nuestros convecinos los políticos, me parece que ninguno se ha
enterado en que consiste la misma, por ello les animo a que lean al
Papa Francisco Por una cultura del Encuentro
(http://w2.vatican.va/content/francesco/es/cotidie/2016/documents/papa-francesco-cotidie_20160913_cultura-encuentro.html)
y se lo apliquen, el resto de los vecinos se lo agradeceremos.
Nota: Publicado el 20-05-2019 en Navarra Información y el 21-05-2019 en Diario de Navarra.
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